La moción de censura parece cada vez más inviable, al menos a juzgar por los posibles aliados del PSOE en ese cambio en la presidencia del Congreso. Las tres posibles fuerzas que tienen la llave, PNV, ERC y PDeCAT, han mostrado este lunes su enfado en los pasillos del Congreso.
"No nos han llamado siquiera, no sé si tienen mucho interés en tener nuestro voto o no pero escucharemos el discurso del candidato", dijo el portavoz del PNV, Aitor Esteban, a su entrada a la Junta de Portavoces. "Hay muchas incógnitas sobre exactamente para qué lo quiere (nuestro voto), qué cosas quiere arreglar, qué piensa sobre el embrollo catalán y sobre el futuro de Euskadi, así que ya veremos...".
Más enfadado el portavoz de ERC, Joan Tardá, aseguró justo después que "parece como si el PSOE quisiera que ERC votara en contra. En los últimos meses ni tan sólo ha dedicado un solo minuto a hablar con ERC. Al parecer Sánchez no sabe ni siquiera lo que es la cortesía y la educación entre formaciones políticas". El portavoz republicano manifestó que"estamos un tanto sorprendidos por la poca talla e incluso la mala educación del señor Sánchez que incluso saca pecho de menospreciar al independentismo catalán".
La otra cara del independentismo, el PDeCAT, se sumó a las críticas porque "no hemos sido informados", según su portavoz, Carles Campuzano, quien se preguntó si esta ausencia de contactos por parte del PSOE responde "a un postureo de Sánchez o a una tomadura de pelo a los grupos parlamentarios".