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La eutanasia, un debate más vivo que nunca en el Congreso

Ya se han debatido tres propuestas sobre este tema en la Cámara baja en los últimos dos años y el PSOE ha presentado un nuevo texto. 

Imagen de la tribuna de oradores del Congreso. | EFE

El debate sobre la eutanasia, la muerte digna, los cuidados paliativos y todo lo referente a las últimas voluntades y, en definitiva, al final de la vida, está más presente que nunca esta legislatura. Este jueves, el pleno del Congreso de los Diputados admitía a trámite una propuesta procedente del Parlamento de Cataluña gracias al voto favorable de la izquierda y los nacionalistas y la abstención de Ciudadanos, que superaron el rechazo del PP y los dos parlamentarios de UPN.

El debate sobre la iniciativa, que tuvo lugar el pasado martes, ha sido el tercero sobre estas cuestiones en el presente periodo legislativo, después de que en 2017 la cámara baja rechazase una propuesta de Podemos y aceptase otra de Ciudadanos. La iniciativa del partido naranja se discute desde hace un año en la ponencia y parte de un principio asumido por el PP en uno de los puntos del vigente acuerdo de investidura, en el que se habla de "regular políticas que permitan una muerte digna de las personas en el proceso final de su vida y el derecho a que sean ayudadas con cuidados paliativos en el caso de enfermedad no tratable, pero sin abordar en esta norma la eutanasia activa o sedación final inadecuada".

Los de Albert Rivera critican por igual la "inacción" que en este asunto habrían mostrado "los conservadores" del PP y las "ocurrencias" de Podemos, cuya iniciativa criticó en su día muy duramente el diputado naranja Francisco Igea, médico de profesión, por la falta de fedatario, responsabilidad que recaería en el médico, y por no contemplar los procesos de depresión asociados a las minusvalías, sobre todo cuando son fruto de un accidente.

Fuentes del partido naranja lamentan que el hecho de que ahora se abra la discusión de otra ley en otra ponencia pueda hacer que finalmente no se apruebe ninguna normativa. Explican que lo importante es saber si la sedación es o no un derecho y qué tipo de excepciones terapéuticas habría para poder llegar a una norma de consenso. En su propuesta original se reconocen dos tipos de sedaciones:

Sedación paliativa: Administración de fármacos, en las dosis y combinaciones requeridas, para reducir la conciencia de la persona en situación terminal o de agonía, para aliviar adecuadamente uno o más síntomas refractarios, previo consentimiento informado explícito en los términos establecidos en la ley.

Sedación en fase de agonía: Sedación paliativa indicada en la fase final del proceso de vida del paciente en situación terminal o de agonía, con intención de alcanzar niveles de sedación profunda, hasta alcanzar una ausencia de respuesta a estímulos dolorosos.

Los de Rivera culpan además a los "bandazos" del PSOE de esta situación. Lo cierto es que a principios de 2017, con la gestora que sustituyó a Pedro Sánchez, los socialistas se abstuvieron ante la propuesta de Podemos, mientras que ahora, con Sánchez de nuevo al mando, han presentado su propia iniciativa, que será la cuarta iniciativa que se debata sobre el asunto en la presente legislatura.

El PSOE registró hace unos días una proposición de ley en la que piden que la eutanasia sea un derecho individual y efectivo convirtiéndose en una prestación en la cartera de servicios comunes del Sistema Nacional de Salud. Dentro de los que tendrían derecho a que el sistema público les ayudara a morir están los mayores de edad con una enfermedad grave e incurable que les produzca sufrimientos físicos o psíquicos insoportables y los discapacitados graves crónicos.

La de Podemos se quedó en el camino

La iniciativa socialista saldrá previsiblemente adelante con una votación calcada a la última de este jueves, con la abstención de Ciudadanos. Una suerte distinta a la proposición de Podemos, presentada a principios de 2017, que no consiguió los suficientes apoyos.

La propuesta de ley orgánica presentada por los de Pablo Iglesias aseguraba que la eutanasia es "un derecho" de los pacientes cuyo ejercicio deben "garantizar" los poderes públicos tanto en centros sanitarios públicos como en los privados. "Toda persona podrá solicitar y recibir ayuda médica para poner fin a su vida", rezaba el texto de los morados que planteaba que pudiese pedir "su derecho" a la eutanasia "cualquier persona mayor de edad o menor emancipado"que sea "capaz y consciente", y añadía que debe tratarse de personas que se encuentren "en la fase terminal de una enfermedad" o que padezcan "sufrimientos físicos o psíquicos que consideren intolerables". También recogían que el paciente tiene que haber "recibido información de todas las alternativas de tratamiento existentes" antes de hacer su petición.

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