El País ha roto hoy su línea editorial combativa con el régimen chavista en Venezuela y ha cedido una página entera de opinión para lucimiento de Nicolás Maduro.
Presume de que su "democracia es distinta de todas", o sea, mejor, porque "es para los muchos" y para "toda la gente", no como las otras que son "para las élites". Presume de sus logros en "violencia machista" y "empoderamiento de las mujeres", de "pleno empleo" y de sus políticas de vivienda.
Y, para colmo, habiendo arruinado Venezuela, presume de que "la economía es el corazón de nuestro proyecto revolucionario. Pero en mi corazón está primero que todo la gente", dice dejando al descubierto los orígenes chavistas de Podemos.
El País se presta a ser plataforma de propaganda de Maduro para que diga cosas como que "para nosotros solo hay libertad y democracia cuando hay un otro que piensa distinto al de enfrente y también un espacio donde esa persona pueda expresar su identidad y sus diferencias", obviando los presos políticos por oponerse al chavismo.
"La nuestras es una democracia orgullosamente popular, qué duda cabe. Es una democracia de la gente", concluye.
Al menos, el regalo de El País al dictador venezolano habrá servido –a los que han pasado por el calvario de leerlo– para renovar el terror a Podemos.