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La mujer de Junqueras reprocha a Puigdemont que todavía no haya gobierno

"Hace tiempo que deberíamos tener gobierno, lo tendrían que haber formado tan rápido como era posible".

El último paso de Junqueras por el Supremo | EFE

Cuando se cumplen seis meses del ingreso en prisión de Joaquim Forn y Oriol Junqueras, la pareja del exvicepresidente autonómico y líder de ERC, Neus Bramona, ha realizado sus primera comparecencia pública en la radio del conde de Godó. Coincide con el resto de los familiares de presos y los propios encarcelados al considerar que la formación de un gobierno en Cataluña facilitará la defensa de los procesados y reprocha a Puigdemont el retraso. "Hace tiempo que deberíamos tener gobierno, lo tenían que haber formado tan rápido como era posible", ha declarado Bramona.

En relación al "exilio" de Puigdemont y otros cuatro exconsejeros, la mujer de Junqueras ha dicho que "teníamos la opción, pero él decidió quedarse aquí, a nuestro lado y lado de la gente". "Eso lo tenía muy claro", ha rematado Neus Bramona. "Oriol es una persona de palabra y lo demostró cuando llevó hasta el final la voluntad de un pueblo. ¿Valía la pena? Yo creo que sí. Además ha servido para dejar claro es la justicia española. Eso ha abierto los ojos al mundo", añadió la mujer de Junqueras.

Relación deteriorada

La relación entre Puigdemont y el líder de ERC estaba ya muy deteriorada en las semanas previas al referéndum del 1-O y los acontecimientos posteriores acabaron de eliminar todo rastro de confianza entre ambos. Sus discusiones, a veces a gritos, en las reuniones del directorio separatista (que incluía a los miembros del ejecutivo, dirigentes de las organizaciones y asesores externos) eran habituales. La escapada de Puigdemont a Bruselas dinamitó todos los puentes entre ellos, incluso la mera cortesía. Un cuñado de Junqueras llegó a denunciar en TV3 a mediados de febrero que Puigdemont ni siquiera había llamado a la familia del dirigente republicanopara interesarse por su situación.

Por otra parte, Neus Bramona ha insistido en la petición de que su marido sea trasladado a una cárcel catalana para preservar los derechos de sus hijos, de seis y tres años, y ha comentado que se ha decidido a romper su silencio porque se han cumplido seis meses de prisión provisional.

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