Es la primera vez que el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, habla públicamente desde su entrevista en el diario El Mundo en la que aseguró que no se había destinado "ni un solo euro" de dinero público en la celebración del referéndum del 1 de octubre y que están utilizando los separatistas para defenderse. En el debate de totalidad de los Presupuestos Generales del Estado, Montoro fue interpelado por esta cuestión de forma muy sutil por parte de los grupos independentistas.
El portavoz de ERC, Joan Tardá quiso referirse al "ridículo internacional" de España casi de soslayo y amenazó con que los independentistas no cejarán en su empeño independentista. En el turno de réplica, Montoro preguntó: "¿Qué es el 1 de octubre? Un referéndum. Y ¿un referéndum se puede convocar sin presupuesto público?".
Una pregunta retórica que dejaba en el aire pero que parecía insinuar una respuesta negativa ya que, acto seguido, continuaba recordando que "la llegada de ERC al Gobierno en el año 2015 ya nos llevó al Gobierno de España a implantar controles en la ejecución de su presupuesto porque tenían todas las sospechas de incurrir en ilegalidades. Y por eso el Gobierno de España está actuando contra las finanzas públicas de Cataluña".
Sin hablar de las facturas falsas pero en una línea velada pero muy distinta a la mantenida hasta ahora, el titular de Hacienda recordó también que "ustedes decían que harían prioritaria la recuperación económica pero engañaron a los catalanes y a todos los españoles cuando aprobaron la Ley de desconexión y la Ley de referéndum claramente inconstitucionales".
El titular de la Hacienda pública reprochó a Tardá haber incurrido en el incumplimiento de la legalidad y le advirtió de que "ninguna democracia puede superar las barreras de la legalidad. Su responsabilidad es recuperar la normalidad y volver a la legalidad. Señor Tardá, está claro que no hay otra vía para acabar con el artículo 155 de la Constitución que volver a la normalidad".
Tardá pone de ejemplo a Alemania
En su respuesta al ministro, el portavoz republicano quiso dar lecciones de democracia al ministro echando sal sobre la herida con un ejemplo: "En Baviera había descontento respecto a cómo se les trataba a ellos desde el punto de vista fiscal. No hizo falta que se hicieran manifestaciones. Se reformó la constitución alemana. Se resolvió políticamente un conflicto político. Hay tradiciones distintas: una forma de resolución política y otra autoritaria".
A modo de conclusión, el diputado independentista presumió de que "nunca habíamos llegado tan lejos y nunca habíamos sido tantos" y lanzó una advertencia al Gobierno de Mariano Rajoy: "No cejaremos hasta que nos sentemos y haya una relación, tendremos que sufrir mucho, pero la solución será dialogada".