Manuel Valls se deja querer. La hipótesis de su candidatura por Ciudadanos para la alcaldía de Barcelona ha causado conmoción y espanto entre los comunes de Colau y los separatistas y el máximo desconcierto en socialistas y populares. El ex primer ministro de Francia volvió a ser noticia barcelonesa este lunes. Recibió el premio "Seny" de Sociedad Civil Catalana (SCC) por su participación en las manifestaciones a favor de la unidad de España y su denuncia del separatismo excluyente y violento.
Al efecto de la entrega de la distinción, SCC organizó un multitudinario acto en el que estuvieron presentes, entre otros, Albert Boadella, Cayetana Álvarez de Toledo, Soraya Sáenz de Santamaría, Albert Rivera, Inés Arrimadas, la presidenta del grupo municipal de Ciudadanos, Carina Mejías, el dirigente del PP Alberto Fernández, el delegado del Gobierno, Jordi Millo, el expresidente de SCC, Josep Ramon Bosch, el secretario de organización del PSC, Salvador Illa, y la plana mayor de SCC, de cuya fundación se cumplían ayer cuatro años.
En el auditorio de la Casa Llotja de Mar, Valls se refirió a la propuesta de Ciudadanos y dejó caer a modo de indicio el refrán catalán "roda el món i torna al Born" (recorre mundo y vuelve a casa). Podéis contar conmigo, siempre estaré con vosotros en este combate por la libertad, la democracia y la sociedad civil catalana", añadió un Valls al que sus detractores reprochan ser francés.
Un culé de toda la vida
Al respecto, el político de moda en Barcelona presumió de haber nacido en el barrio de Horta, de haber hablado siempre catalán en casa, de soñar en catalán (y en francés, matizó) y hasta de ser culé. En la intervención para agradecer el premio, insistió en las ideas que ha expuesto en sus últimas intervenciones en Cataluña. "El nacionalismo es guerra", una "amenaza para la paz en Europa" y "Cataluña no tiene sentido sin España y Europa".
No hay confirmación oficial de la candidatura de Valls, pero los partidos reorganizan sus estrategias ante esa posibilidad. Convergentes y republicanos ya especulan sobre una candidatura conjunta para "frenar" al "intruso". El exalcalde Xavier Trias le ha llamado "facha". La alcaldesa Colau le acusa de "posiciones reaccionarias" y ERC le avisa de que "Barcelona no es una pista de aterrizaje para un paracaidista que vive en otra ciudad". Los socialistas aluden a sus "fracasos" en Francia y en el PP, más templados, subrayan que era socialista.
Valls no ha entrado en el cuerpo a cuerpo, de momento. Se limita a atender las invitaciones para dar discursos en Barcelona y Madrid. Participó en actos de Ciudadanos, PP y PSC durante la campaña del 21-D y ha elevado el listón sobre lo que se puede decir. Su discurso sobre España tiene tonos patrióticos absolutamente ajenos a la tradición política catalana. A doce meses vista de las elecciones municipales, su irrupción en escena ha descuadrado el paisaje político de Cataluña. Todo está abierto y es posible, incluso, que un político no nacionalista conquiste la alcaldía de Barcelona.