División en el Gobierno a propósito del dinero público utilizado para financiar el golpe separatista en Cataluña. Con Cristóbal Montoro guardando silencio desde que estalló la polémica, se vivió un nuevo cruce de declaraciones. Mientras Mariano Rajoy optó por respaldar al titular de Hacienda –que dijo que "ni un solo euro" público se dedicó al 1-O–, su ministro de Exteriores puso cifras encima de la mesa.
Montoro, que este miércoles defenderá en el Congreso los Presupuestos Generales del Estado, siguió en el ojo del huracán. Los periodistas preguntaron al jefe del Ejecutivo si le apoya, y éste no vio reproche en su gestión para evitar que no hubiera malversación. "No hay ninguna discrepancia –con el juez Pablo Llarena–, cada uno en su ámbito de actuación vela por el cumplimiento de la ley", enfatizó. A sus ojos, el Gobierno "ya ha cumplido su labor" evitando que se destinara dinero público al 1-O. Y añadió que es la Justicia la que debe establecer "si se han encubierto" o "falseado partidas" para financiar el referéndum ilegal.
Casi a la misma hora, Alfonso Dastis le dejaba en evidencia poniendo cifras encima de la mesa. En concreto, el titular de Exteriores confirmó en el Senado, a preguntas de ERC, que el Consejo de Diplomacia Pública de Cataluña, Diplocat, desvió 1,5 millones de euros al referéndum ilegal.Dastis alegó que el presupuesto de este organismo en 2017 ascendió a 2,3 millones, de los que 805.000 euros fueron destinados a gastos de personal y el resto, algo más de 1,5 millones, a actividades "encaminadas en la práctica a la ruptura del orden constitucional y la división entre catalanes".
Así, negó que este organismo se dedicase a explicar Cataluña en el mundo e influir positivamente en su imagen en el exterior, sino que "ha tenido el efecto contrario". "Estamos hablamos, por lo tanto, de un gasto por lo menos inútil y, por lo más, de una desviación del dinero público para fines que no benefician a los catalanes, sino al establecimiento de una supuesta República catalana", dijo Dastis en presencia de Montoro. Por ello, defendió su disolución en aplicación del artículo 155 de la Constitución.
En paralelo, la cuestión continúa levantando ampollas en el PP, como ya adelantó este diario. Aunque la consigna interna es respaldar a Montoro y cargar contra Ciudadanos por "equivocarse de adversario", García Albiol reconoció en declaraciones a La Sexta su enfado con Montoro cuando leyó la entrevista en El Mundo que provocó la crisis. Para el líder de los populares catalanes, es evidente que de una forma u otra el golpe separatista se financió con dinero público. "De algún sitio tuvo que salir el dinero", dijo también en su día Andrea Levy, que este martes optó por centrarse en el argumentario y criticar al partido naranja, informa P. Montesinos.