El líder del PSOE, Pedro Sánchez, ha pedido este domingo a Alemania que coopere con España, una "democracia plena", para hacer frente a la "amenaza" del movimiento independentista catalán, que ha decidido "infringir la ley" para conseguir sus objetivos políticos.
Sin apelar de manera directa a la orden de entrega del expresidente de la Generalidad fugado, Carles Puigdemont, pedida por España a Alemania y que tiene pendiente resolver un tribunal alemán, Sánchez ha recordado el papel "fundamental" que representó la cooperación judicial europea para que fuera posible derrotar con el Estado de derecho a la banda terrorista ETA, que en semanas anunciará su disolución definitiva.
"Esta es la Europa por la que merece la pena luchar. La Europa de la cooperación, de la integración, de la solidaridad. La Europa que se encuentra en nuestros valores compartidos y la apelación a un demos cívico que trasciende fronteras", ha subrayado.
Sánchez ha intervenido en el Congreso extraordinario que el Partido Socialdemócrata alemán SPD celebra en Wiesbaden para elegir a su nueva presidenta. El objetivo de su discurso ha sido hacer pedagogía acerca de la crisis en Cataluña y suplir la deficiente labor de comunicación que el Ejecutivo de Mariano Rajoy ha hecho fuera de España para contrarrestar la propaganda independentista.
Tras defender de manera contundente que España es hoy una "democracia consolidada gobernada por el Estado de Derecho" que integra la diversidad en un sentido federal muy similar a cómo ocurre en Alemania, ha advertido de que el movimiento secesionista catalán no sólo amenaza la integridad territorial de España sino el mismo proyecto europeo.
Son los valores europeos de la integración, la solidaridad entre Estados miembros y la comprensión mutua los que están "en riesgo" con el desafío independentista catalán, ha advertido Sánchez.
El secretario general del PSOE ha explicado a sus colegas que la defensa de un proyecto político como el independentista es "legítimo" en España, pero lo que no está permitido es "saltarse la ley" para conseguir ese objetivo.
"Nadie puede infringir una Constitución democrática en el siglo XXI en Europa para conseguir objetivos políticos", ha avisado, antes de explicar que el movimiento independentista catalán "decidió quebrar la ley" porque sabía que no tenía una mayoría social detrás, "ni siquiera en Cataluña", que le permitiese conseguir esa meta de modo democrático.
Sánchez ha reconocido que el PSOE ha sido y sigue siendo "muy crítico" con la actuación, o mejor dicho, con la "inacción" del Gobierno de Mariano Rajoy, que ha cometido "errores importantes", entre ellos ser incapaz de entablar un diálogo con los independentistas y asimilar la diversidad territorial como una riqueza y no como una amenaza.
Y aunque está convencido de que con un Gobierno socialista nunca se hubiera llegado a este punto, ha defendido la respuesta del Estado de derecho español frente al secesionismo porque los socialistas, ha garantizado, nunca serán "desleales con el Estado de derecho" y la Constitución.
Además, ha culpado a los independentistas de no haber respondido a ninguna de las llamadas de los socialistas encaminadas a tender puentes de entendimiento, como la creación de la comisión de estudio en el Congreso de los Diputados para evaluar el modelo autonómico español, de la que se desvincularon desde el principio.
La intervención de Sánchez, muy aplaudida y que ha arrancado incluso algún grito de admiración entre el público, también ha perseguido insuflar ánimo entre los socialistas europeos, que no atraviesan su mejor momento. Sánchez ha arengado a sus colegas a rebelarse contra los partidos populistas que prometen "soluciones simples frente a problemas complejos" como el cambio climático, la revolución tecnológica, la desigualdad, la inmigración o el terrorismo.
Y a hacer frente "a los que dicen que la única alternativa es dar marcha atrás al reloj de la historia", ha reivindicado, haciendo un llamamiento a mirar el futuro "con esperanza", porque el miedo y la resignación sólo "benefician a quienes prometen recetas del pasado". Mirar sin miedo como reflejan los rostros de los alemanes que se echaron a la calle en 1961 para dar la bienvenida al presidente estadounidense John F. Kennedy en su visita a Berlín, pese a que la ciudad acababa de ser dividida por un muro y pendía sobre todos ellos la amenaza de la Guerra Fría entre Occidente y el bloque comunista.
Imágenes "inspiradoras" para Sánchez, recogidas en una fotografía que tiene en su despacho de la visita de Kennedy al entonces alcalde de Berlín, Willy Brandt, a la que se ha referido en el arranque de su intervención.
El líder socialista tiene previsto aprovechar su presencia en el Congreso del SPD para entrevistarse, entre otros, con el ministro alemán de Finanzas, el socialdemócrata Olaf Scholz, miembro del Gobierno de coalición entre los democristianos de Angela Merkel y el SPD.