"Nuestro objetivo es el fin de los trasvases y apostar por las desaladoras. Ha llegado el momento de poner fin a la improvisación. No hay que hacer política con el agua, sino una política del agua".
Nuestro objetivo es el fin de los trasvases y apostar por las desaladoras. Ha llegado el momento de poner fin a la improvisación. No hay que hacer política con el agua, sino una política del agua.#HagamosUnPaísMejor pic.twitter.com/xquUmyZF7p
— Pedro Sánchez (@sanchezcastejon) April 19, 2018
Ese es el texto del mensaje enviado a la red social Twitter por el secretario general del PSOE, que resume sus palabras en un acto celebrado en Albacete con los socialistas castellano-manchegos. Poco después, el tuit de Pedro Sánchez era celebrado por Cristina Narbona, presidenta del PSOE y enterradora del Trasvase del Ebro como ministra de Medio Ambiente en el primer Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.
#TransicionHidrologica:máximo control público del uso del agua, eficiencia y tecnologías d menor impacto ambiental. https://t.co/yYZtKW7n8U
— Cristina Narbona (@CristinaNarbona) April 19, 2018
Las palabras de Sánchez son toda una declaración de guerra contra el sector agrícola del Sureste español, que deja en una situación muy complicada a los socialistas valencianos, murcianos y almerienses. Pero es que, además, la ligereza de Sánchez al hablar de un tema que, obviamente, desconoce, lo ha llevado a protagonizar uno de los patinazos más sonados de los últimos tiempos.
Lo que ignora el líder socialista es que, de "poner fin a los trasvases", como pretende, quedarían automáticamente sin suministro para el consumo humano toda el área metropolitana de Barcelona (Trasvase Ter-Llobregat), el área metropolitana de Valencia (Trasvase Júcar-Turia), Cádiz, Jerez de la Frontera, Rota y Puerto de Santa María (Trasvase Guadiaro-Guadalete), 25 municipios vizcaínos cercanos a Bilbao (Trasvase Zadorra-Ebro-Arratia), 54 municipios de Castilla La Mancha (Trasvase Tajo-Guadiana) y otros 89 municipios de Alicante, Murcia y Almería (Trasvase Tajo-Segura).
El Sindicato Central de Regantes del Acueducto Tajo-Segura brinda estos datos a Pedro Sánchez, para que aclare si pretende acabar con los más de cuarenta trasvases existentes en la actualidad o su inquina va dirigida exclusivamente contra los usuarios y regantes de la cuenca del río Segura, el único con déficit estructural en España y de cuyo caudal depende la supervivencia de miles de familias dedicadas a la agricultura.
Para una mejor comprensión de las dimensiones de su metedura de pata, los regantes levantinos incluyen este mapa con los 16 trasvases más importantes que en estos momentos existen en España, de cuyo mantenimiento depende el abastecimiento diario de millones de personas.