Albert Rivera Díaz ya no es afiliado a la Unión General de Trabajadores (UGT), sindicato al que se afilió la década pasada cuando trabajaba en el servicio jurídico de La Caixa en Barcelona.
En una carta remitida a la central que lidera José María Álvarez, el presidente de Ciudadanos argumenta su salida por la connivencia de UGT con los separatistas en Cataluña, visibilizada en la manifestación del pasado domingo en Barcelona, que también respaldó CCOO.
En la misiva, de apenas un folio, Rivera explica que se mantuvo como afiliado a pesar de dejar la entidad financiera para dedicarse a la política "porque creo que los sindicatos deben tener un papel de representatividad relevante en nuestra sociedad". Algo que a juicio del líder naranja se ha ido perdiendo, particularmente por lo que se refiere al proceso secesionista catalán: "Lamentablemente en los últimos años he ido observando cómo su organización se ha ido politizando, desviándose de las funciones que le atribuye nuestra Constitución. Hasta el punto que este sindicato ha decidido apoyar a los imputados por delitos tan graves como rebelión, sedición y malversación de fondos públicos en el intento de golpe separatista del pasado otoño en Cataluña".
La carta lleva fecha de 12 de abril, cuando ya se conocía el apoyo de UGT a la manifestación de los independentistas del pasado fin de semana. En su cuenta de Twitter, Rivera acusa a UGT de "filtrar" la carta y reitera sus críticas al sindicato: "En vez de defender los derechos de los trabajadores, en Cataluña ha decidido defender a Puigdemont y a todos los que han intentado romper nuestra democracia. Adiós".
UGT ha filtrado mi carta de baja de afiliación, la dejo aquí en los términos en que la envié hace una semana. En vez de defender los derechos de los trabajadores, en Cataluña ha decidido defender a Puigdemont y a todos los que han intentado romper nuestra democracia. Adiós. pic.twitter.com/hperHZ9AXC
— Albert Rivera (@Albert_Rivera) 19 de abril de 2018
¿Una afiliación política o laboral?
La afiliación de Rivera a UGT a la que ahora se pone fin ha salido a relucir en dos ocasiones anteriores en su carrera política. La primera muy al comienzo de la misma, en 2007, cuando El Periódico de Catalunya desveló que antes de entrar en Ciudadanos había militado en las Nuevas Generaciones del PP.
El asunto fue el primer terremoto político que tuvo que afrontar en su vida y entre las varias explicaciones que dio (hasta bien recientemente no admitió con naturalidad ese pasado en las filas populares) aseguró que también había estado próximo a corrientes críticas del PSC como Ágora Socialista y reveló, por primera vez, que tenía el carnet de UGT. Se trataba, entonces, de un indudable contrapeso a su vinculación con el PP, problemática en un partido que entonces aún reconocía la socialdemocracia como una de sus señas de identidad.
Casi una década después, en 2015, cuando Ciudadanos comenzaba a dispararse como fenómeno nacional, un medio de comunicación aireó como supuesta exclusiva esa afiliación a UGT, pero entonces Rivera trató de restarle peso político a ese hecho, afirmando que estuvo afiliado "a la sectorial de banca, como el 50% de los trabajadores de aquella entidad". Rivera añadía: "Yo me afilié como miles de españoles a un sindicato para defender mis derechos laborales, igual que el resto, por lo tanto no hay que darle más vueltas".