Colau desmantela una acampada de personas sin hogar y permite una de "indepes"

La alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, no quiere vagabundos acampados en el centro de Barcelona pidiendo un techo donde cobijarse. Una veintena de personas sin hogar llevaba desde febrero instalada en tiendas de campaña en un rincón de la plaza de Cataluña. Reclamaban una vivienda y denunciaban la inseguridad en Barcelona, las palizas que reciben y ven. Una estampa indigesta para la alcaldesa que prometió que se acabarían los desahucios, los desalojos y los sintecho.

A cierta distancia del campamento vagabundo, un grupo de separatistas montó una acampada indefinida por la república con tiendas de campaña de primera calidad, banderas esteladas y carteles con fotos de los golpistas presos. Durante el día, los independentistas se dedicaban a entregar propaganda a los viandantes, en su mayoría turistas. Para hacer noche habían establecido un sistema de relevos, de modo que los "activistas" dormían con más frecuencia en su casa que en la plaza.

La proximidad del 23 de abril, festividad de San Jorge y día de rosas y libros en Cataluña ha sido la excusa empleada por Colau para deshacerse de los vagabundos. La plaza de Cataluña tiene que acoger carpas de editoriales, librerías, entidades y partidos y la reivindicación social de los sintecho ocupaba un espacio precioso. También el del campamento separatista. Los vagabundos han sido "desahuciados" sin contemplaciones. En cambio, los separatistas mantienen gran parte de la "infraestructura" en la plaza.

"Punto de información"

A falta de tiendas de campaña disponen de cuatro grandes carpas convertidas en "punto de información" sobre la república catalana y el 155. Se les ha solicitado que se abstengan de pernoctar en grupo en la plaza, pero se les permite el establecimiento de un retén para preservar la "instalación" y sus pertenencias, los folletos que reparten.

Los independentistas se mantienen, por tanto, en la plaza de Cataluña, en el centro de Barcelona. Los pobres, en cambio, han sido desalojados. Para Ada Colau, la república de Puigdemont es una reivindicación tolerable. Que las personas sin hogar pidan una vivienda, no.