De un tiempo a esta parte, Lorena Roldán (Tarragona, 1981) se ha convertido en una figura emergente de Ciudadanos, partido por el que es diputada en el Parlamento de Cataluña desde 2015. La formación la ha promocionado los dos últimos años como portavoz en distintos programas de televisión o en actos tan importantes como la presentación de recursos ante el Tribunal Constitucional contra alguno de los pasos dados en el proceso secesionista.
Número dos por su provincia natal por detrás de un histórico naranja como el ex secretario general, Matías Alonso, Roldán tuvo un gran protagonismo en la campaña electoral del pasado diciembre y ahora acaba de ser nombrada senadora, dentro del cupo de designación autonómica que le corresponde a los de Inés Arrimadas. Además, el pasado 10 de marzo, el Consejo General naranja aprobó una dispensa especial para que, en contra de lo que dictan los estatutos del partido, pueda compatibilizar su escaño de parlamentaria catalana con el de la cámara alta.
Todo ello pese a una mácula en su ‘expediente constitucionalista’ publicada en su día por el diario de Tarragona Delcamp.cat. Se trata de una fotografía en la que Roldán, ataviada con una barretina, posa junto a varias compañeras que portaban esteladas. Una instantánea que corresponde a la vía independentista del 11 de septiembre de 2013, cuando el barco del proceso secesionista ya había zarpado y cuando aún no militaba en Ciudadanos.
La "presión" que se vive en la administración catalana
Ella misma admite sin matices la instantánea y su contexto, aunque lo explica por la fuerte presión que sufría por ser empleada pública: "Cuando en Ciudadanos denunciamos en el Parlament de Cataluña que se está poniendo entre la espada y la pared a los funcionarios, hablamos de esto. En aquel momento, trabajaba en la Administración Pública y mis jefes eran cargos políticos de unos partidos concretos. En ese contexto, cuesta decir lo que piensas cuando se organizan manifestaciones, minutos de silencio. Te tienes que significar. Te preguntan, te señalan y te da miedo perder el puesto de trabajo". Roldan asegura que fueron, precisamente, ese tipo de episodios los que le llevaron a "dar un paso adelante, decir basta y afiliarme a Ciudadanos".
El día de la foto de marras, la Diada, es festivo en Cataluña, por lo que Roldán no tenía que acudir a su puesto de trabajo. Fuentes de su entorno aseguran que la presión que se vive en esos lugares es tan fuerte que "te preguntan si vas a acudir a la manifestación, o si has ido al día siguiente. También el 1-O fue un domingo y muchos directores de colegio se vieron presionados".
Justo dos años después de ese día, Roldán fue elegida diputada de Ciudadanos, cuando el partido naranja logró el hito de convertirse en el primer partido de la oposición y primera fuerza constitucionalista de Cataluña.