El presidente del Parlament, Roger Torrent, efectuará un viaje de dos días a Ginebra para exponer ante la ONU los graves perjuicios que a su juicio causa el magistrado del Supremo Pablo Llarena a la actividad parlamentaria catalana. Torrent ha anunciado el desplazamiento con 24 horas de antelación y afirma que tiene previsto reunirse con "miembros de las Naciones Unidas" y "cargos electos" de Suiza, pero no concreta con quién, cuándo y dónde.
En Ginebra residen desde sus fugas la secretaria general del partido de Torrent, Marta Rovira, y la exdiputada de la CUP Anna Gabriel, con quien no se descarta que el presidente del Parlament mantenga un encuentro.
ERC presiona al grupo de Puigdemont, Junts per Catalunya, para que nombre un candidato viable antes de que expire el plazo del 22 de mayo que daría paso a una repetición de las elecciones. Sin embargo, asume y ejecuta la estrategia del expresidente de la Generalidad. De ahí el viaje de Torrent a Ginebra para explotar el supuesto "requerimiento" a España del comité de Derechos Humanos de la ONU sobre los derechos políticos de Jordi Sànchez, expresidente de la Assemblea Nacional Catalana preso en Soto del Real. Un recurso de la defensa de Sànchez, frustrado candidato a la investidura en dos ocasiones, dio pie a una "recibido" que el separatismo vende unas veces como "resolución" y otras como "medidas cautelares".
Preparando la operación Puigdemont II
Entre tanto, la mesa del Parlament trabaja en la tramitación de los cambios en la ley de presidencia de la Generalidad para permitir una investidura a distancia. Las modificaciones se aprobarán por la vía exprés que se utilizó los pasados 6 y 7 de septiembre para aprobar las leyes de desconexión y transitoriedad de la república.
Los grupos de la oposición recurrirán al Consejo de Garantías estatutarias, cuyos informes no son vinculantes y que ya han sido despreciados por el nacionalismo en ocasiones precedentes. Según el calendario nacionalista, la sesión para aprobar esa especie de ley de la investidura telemática debería llevarse a cabo a primeros de mayo para dar tiempo así a tramitar un segundo intento de investidura de Puigdemont.
Torrent, que se caracteriza por lucir un pin amarillo, se muestra dispuesto a arriesgarlo todo (a acabar en la cárcel incluso, ha declarado) en cada entrevista. Arguye que la defensa de los derechos de los diputados y de los ciudadanos es su única guía y con ese propósito viaja a la ONU. El delegado del Gobierno, Enric Millo, entrevistado en la radio de la Generalidad, ha desvelado que Torrent se ha negado a reunirse con él en tres ocasiones.