Nueva manifestación separatista. Según la retórica habitual, otro éxito: ni una papelera dañada. A diferencia de lo ocurrido tras la detención de Puigdemont en Alemania, esta vez no se han registrado incidentes. Los Comités de Defensa de la República (CDR) no han querido asaltar ningún edificio del Estado y se han diluido con sus pancartas en el grueso de la marcha. Ambiente pacífico, incluso festivo. Familias y niños. "La hora es grave" suelen repetir los dirigentes nacionalistas, pero la hora del vermut y el sol primaveral tras días de intensas lluvias restaban dramatismo al evento.
La Asamblea Nacional Catalana (ANC) y Òmnium han contado con la colaboración de las entidades habituales, la federación de asociaciones vecinales, la Asociación de Actores y Directores Profesionales de Cataluña, las agrupaciones de Padres y Madres y Unión de Campesinos. La novedad ha sido la participación de los sindicatos CCOO y UGT, una toma de partido que ha causado numerosas bajas de afiliados.
Todos juntos bajo el manto de una nueva organización, el "Espai Democràcia i Convivència" creado bajo la impacto de la detención de Puigdemont. Hasta ese momento, la situación del resto de líderes independentistas presos o fugados no había suscitado ningún movimiento de acumulación de fuerzas.
Miles de personas llegadas de toda Cataluña respondieron a la convocatoria y desfilaron por la avenida del Paralelo de Barcelona. El amarillo fue el color dominante. Esteladas y alguna bandera alemana. Hace tres semanas, el separatismo protestaba frente al consulado alemán. Los organizadores afirman haber contratado ochocientos autocares, pero no lograron llenar la avenida como se habían propuesto. Algunos tramos entre la plaza de España y las Tres Chimeneas estaban vacíos. Se echaba en falta la coordinación de los 11 de septiembre.
Viajes a Berlín
"Us volem a casa" (Os queremos en casa) fue el lema más coreado. "Llibertat presos polítics", el siguiente. En tercer lugar, "Puigdemont, president". Se leyeron manifiestos, varias veces los nombres de los exconsejeros en prisión preventiva, hicieron pequeños discursos la esposa de Jordi Cuixart, Txell Bonet, y el hijo de Jordi Sánchez, Oriol, hubo actuaciones musicales y ninguna intervención de relieve político a la espera de que Puigdemont imparta doctrina esta noche. El director de TV3, Vicent Sanchis, ha viajado a Berlín para entrevistar al expresidente catalán. Los diputados de Junts per Catalunya lo harán el miércoles. El nuevo plan es agotar los plazos mientras se debate sobre un nuevo candidato.
Desde Estremera, Oriol Junqueras clama contra el bloqueo institucional que impone Puigdemont y aboga por la formación de gobierno. En contraste, el presidente del Parlament, Roger Torrent, dice que está dispuesto "a jugárselo todo" por la independencia.
315.000 personas, según la Guardia Urbana
La veterana "Companya Elèctrica Dharma" cerró el acto por los "presos políticos" y los "exiliados" con una selección de sus temas de verbena más populares, que fueron bailados y coreados por el público. Según la Guardia Urbana, 315.000 personas. La alcaldesa Ada Colau estuvo en la cabecera de la marcha. También Torrent, Artur Mas, los jefes sindicales, ediles y diputados separatistas.