El Mundo dice que "Génova negociará directamente con Cs para no perder Madrid". Cifuentes, descansa (políticamente) en paz. Como el tema Cifuentes es ya historia, El Mundo pone el ojo en otra noticia. "Falsifican documentos oficiales para justificar el enchufe en la Junta de la hija de un alto cargo andaluz". ¡Adiós! Ferreras va a hacer papilla a Susana Díaz. Ah no, qué tonta, que no es del PP, le hará el mismo caso que a la Gürtel socialista de Valencia. Sobre el problemón que tenemos con Alemania, dice que "Merkel corrige a su ministra de Justicia sobre Puigdemont". ¿Corrige? La única corrección posible es la destitución fulminante. Mientras, continúan los ataques de Alemania a España en el ámbito judicial. "Nueva humillación del tribunal alemán al TS", se queja Rosell en un editorial. "El tribunal del Land alemán no puede actuar como si fuese una instancia de instrucción" cuyas decisiones "parecen estar fundadas sólo en prejuicios de carácter político". Parece que Alemania nos tenía muy engaños, resulta que no hay separación de poderes. En cuanto a los desbarres de la ministra de Justicia, Rosell se conforma con lo que considera "cambio de postura del Ministerio de Justicia alemán". "Cabe recibirlo con alivio". Pues no, Rosell, ningún alivio. Esa impresentable se tiene que ir. Que no ha comprado un puñetero máster, ha insultado gravemente a un país aliado en el seno de la UE.
El País dice que "Puigdemont traslada la crisis catalana a la política alemana". Al final van a conseguir cargarse hasta la Unión Europea. Hoy está El País muy comprometido con el prestigio de España. El editorial habla de la "injerencia inadmisible" de la ministra. Mientras el gobierno español "se ha esforzado por mantener el respeto a la independencia judicial a pesar del revés difícilmente justificable" de un tribunal regional alemán al Tribunal Supremo, "el Gobierno alemán cuestiona el funcionamiento de la democracia y las instituciones en España". Por su cara bonita. "Que esto haya ocurrido es un signo de debilidad de nuestra diplomacia", "un fallo del Gobierno". Pero garrafal, para que caiga el gobierno ya. Pero es "intolerable el juicio político a un procesamiento judicial por parte del gobierno de un país donde el independentismo, además, está prohibido". Ya, pero ellos pueden tener sus leyes y los demás tenemos que respetarlas mientras se permiten ciscarse en las nuestras. ¿Será racismo? ¿Supremacismo? Ahí se entiende lo bien que se llevan con los golpistas catalanes. Carlos Yárnoz lo que tiene claro es que Alemania le ha dado una patada no solo a España, sino a toda la UE al cargarse la euroorden. La decisión del tribunal del pueblo ese "es un duro golpe a la imagen de España y un disparo en la línea de la flotación de la orden europea de detención", "han pulverizado el principio básico del reconocimiento mutuo de las resoluciones judiciales y se han extralimitado al entrar en el fondo de la causa" de la que además no tienen ni pajolera idea. "La confianza mutua ha saltado por los aires". Y sin solución. En estos días habrán crecido por millones los partidarios de mandar a tomar por saco la Unión Europea que solo sirve para someternos a recortes y exigirnos controlar el déficit.
ABC: "El Rey cierra filas con los jueces". Dice el editorial que "nuestros tribunales precisan un respaldo institucional y político efectivo, y deben saber que, frente al separatismo, su trabajo por España no está siendo en vano (…) El Rey ha vuelto a estar a la altura de las circunstancias". Sí, más vale que se apoyen en Felipe VI, porque como esperen amparo de este gobierno más preocupado por meterse con Cs y por sus cuitas internas que por defender el prestigio de España, lo llevan claro. Hermann Tertsch habla clarito sobre la crisis con Alemania con la ministra esa que a saber de dónde ha salido. Que dice ahora que ha sido un malentendido. "Resulta que no hay malentendido. Se ha entendido todo. Lo que piensa y dijo es que España tiene que negociar con los golpistas y ella es partidaria de poner todas las dificultades al Gobierno de España y todas las facilidades a los separatistas". Porque es en España, claro, porque en su país los partidos independentistas están prohibidos. Aquí no, mira tú por dónde. "Si Merkel piensa que el asunto está saldado se equivoca. La gravísima ofensa de su ministra a España siguen en pie". "Los españoles tenemos muchas razones para considerar rota la confianza en quien siempre ha sido un aliado y un amigo. Porque Katarina Bartley ha demostrado ser una enemiga de España". ¿Sólo la tal Katarina? Porque empezamos a sospechar que Alemania nos ha tomado por el pito del sereno y que estamos aquí para servirles paella y sangría.
La Razón adelanta que "Rajoy sacrificará a Cifuentes antes de perder Madrid". Hombre, ya, eso no lo duda nadie con dos dedos de frente. Julio Valdeón dice que "tenemos un problema" con Alemania. En la decisión de los jueces regionales y las declaraciones de la ministra "no descartan el hipotético menosprecio hacia el vecino del sur". Vamos, que el tufillo supremacista se está convirtiendo en hedor. Abel Hernández dice que los jueces alemanes están alentando "la insurrección en Cataluña contra el orden constitucional", lo que "parece, cuando menos, una temeridad y un ejercicio de frivolidad, con consecuencias demoledoras". La decisión de esos jueces "no solo humilla a la justicia española, sino que convierte en papel mojado la euroorden". "El Gobierno está obligado a dar un puñetazo encima de la mesa si quiere recuperar el honor de España y el prestigio perdido de su presidente por culpa de su habitual silencio e impasibilidad". Y esto te lo dicen en La Razón, Mariano, el periódico que todos los días te hace la pelota y se derriten con tu magistral dominio de los tiempos. Toma nota del cabreo nacional.
La Vanguardia dice que "el Rey reivindica en Barcelona la imparcialidad de los jueces". En España, que no en Alemania, que quede claro. Y no hay nada más que merezca la pena destacar hoy del periódico de Juliana.