El sector "legitimista" del separatismo hace oídos sordos a las súplicas de los pocos "pragmáticos" que se atreven a poner reparos a las consignas con las que se manejan Puigdemont, sus portavoces, la "Assemblea Nacional Catalana" (ANC), la CUP y los Comités de Defensa de la República (CDR). El expresidente de la Generalidad, Artur Mas, es uno de los pocos dirigentes separatistas que se atreven a cuestionar el discurso oficial.
Teme que un nuevo intento de investir a Puigdemont y la actividad de los CDR provoque más procesamientos. Él mismo ha eludido por los pelos una nueva imputación, a pesar de que el auto del juez del Tribunal Supremo Pablo Llarena cita el "libro blanco" que encargó Mas en 2012 como origen del golpe separatista. También han quedado fuera la coordinadora general del PDeCAT, Marta Pascal, y la presidenta de la Associació de Municipis per la Independència (AMI), Neus Lloveras, que guarda un prudente silencio tras haber puesto el grito en el cielo cuando Puigdemont amagó con convocar elecciones en vez de proclamar la república.
Doble juego de ERC
El mensaje de Mas es compartido por los nuevos dirigentes de ERC, con el presidente del "Parlament", Roger Torrent (que podría ser imputado por dar curso a una investidura a distancia suspendida por el Tribunal Constitucional), y Pere Aragonés (secretario autonómico de Economía que sigue en su puesto con el 155) a la cabeza.
Sin embargo, Torrent y Aragonés discrepan más bien en privado. En público se adaptan al guión maximalista y dramático de los diputados de Puigdemont, Elsa Artadi, Eduard Pujol (exdirector de informativos de la radio del conde de Godó) y Quim Torra, expresidente de Òmnium, de los dirigentes de la CUP y de la nueva presidenta de la ANC, la profesora universitaria de Economía Elisenda Paluzie. Ellos no contemplan más alternativa que la investidura de Puigdemont (Jordi Sànchez y Jordi Turull se ha convertido en balas de fogueo tras el encarcelamiento del expresidente a la espera del pronunciamiento de la justicia alemana) y si no es posible, la repetición de las elecciones. En esta última tesitura, cobra enteros una lista unitaria formada por familiares y allegados de los presos más no afiliados de prestigio en el entramado separatista.
Mas teme otra imputación
Mas llama a la calma desde la emisora de Godó, propone "formar gobierno", "agrupar fuerzas", "plantar cara" y "seguir adelante". No se trata, alega, de renunciar a la independencia, sino de ser prácticos. La legitimidad, sostiene, no siempre se impone a las primeras de cambio. No es una cuestión de semanas o de meses. Hay que tener paciencia. Suena a los albores del pujolismo, cuando los nacionalistas se susurraban a la oreja "hoy paciencia, mañana independencia". Apela a la "inteligencia política" y asevera que un gobierno de la Generalidad sería más efectivo para reclamar "justicia y legitimidad".
En paralelo, Carles Puigdemont ha aprovechado una visita de dos diputados de Die Linke (La izquierda) para trasladar un mensaje de voz a Catalunya Ràdio y TV3: "El mensaje que tenemos que tener muy claro es que debemos continuar adelante. Estamos defendiendo nuestros derechos, que están reconocidos por las Naciones Unidas, que tenemos todo el derecho del mundo a decidir nuestro futuro. No podemos bajar la guardia ante un Estado que se comporta cada vez de manera más autoritaria y recortando más derechos fundamentales. Continuemos con nuestra manera de hacer las cosas, que es la manera no violenta, la manera civilizada, la que hemos enseñado al mundo de cómo los catalanes hacemos las cosas". A diferencia de los cantos pacifistas de Oriol Junqueras, preso en Estremera, Puigdemont inyecta gasolina desde Neumünster gracias a la complicidad de la oposición antisistema alemana.
Respuesta de los CDR
La respuesta de los CDR al llamamiento de su máximo líder ha sido alterar la operación retorno de la Semana Santa con la toma de cabinas de autopistas de pago, el desmontaje de las barreras y nuevos cortes de carreteras libres de peaje. Reproducen acciones iniciales del denominado "proceso" en 2011 y 12, la campaña del "no quiero pagar" en contra de la concesionaria Abertis, participada por "la Caixa".
"Torturas" en cárceles españolas
Se trataba además de celebrar los seis meses del referéndum ilegal del 1-O. Permanecía el eco del mensaje en Twitter del expresidente preso en Neumünster un día antes: "No claudicaré, no renunciaré, no me retiraré". Este domingo ha trasladado al diputado alemán Diether Dehm que en las cárceles españolas "hay torturas", razón esgrimida por el parlamentario germano para pedir que no extradite al expresidente de la Generalidad.
La política catalana sigue empantanada. La cuenta atrás para unos nuevos comicios acaba el 22 de mayo. Al margen de la actuación de los CDR este lunes de Pascua, festivo en Cataluña, y en días sucesivos, hay dos fechas marcadas en rojo. El domingo 15 de abril, con la convocatoria de una manifestación de los partidos separatistas, ANC, Òmnium y los sindicatos UGT y CC.OO. por los presos y la independencia y el 23 del mismo mes, "Sant Jordi", la fiesta de las rosas y los libros contaminada y condicionada en el último lustro por el separatismo.
En paralelo, los tiempos de la administración judicial alemana. Este martes está previsto un pronunciamiento de la fiscalía que será más pasto para toda clase de interpretaciones, toda vez que la intención de la defensa de Puigdemont es exprimir todos los plazos hasta llegar al Constitucional alemán.