Carles Puigdemont vive su cuarto día en prisión. El equipo de abogados del expresidente catalán ultima los detalles de los escritos con los que intentará evitar que Alemania entregue a su cliente al juez Pablo Llarena, que lo procesó por delitos de rebelión y malversación de fondos públicos. El letrado Jaume Alonso Cuevillas ha presumido en La Mañana de RAC1 de que "el procedimiento de extradición pinta bien".
Ha insistido en que "el estado español es uno de los más garantistas de Europa, pero estas garantías no se cumplen". A su "deseo e impresión muy sólida", "la extradición es denegable. Hay elementos muy sólidos para pensar que puede ser denegada. Pero lo digo con prudencia".
Ha aprovechado la coyuntura para arremeter contra España y los medios de comunicación nacionales: "Desde su óptica, que es la que crean en el Gobierno de Madrid y la que nos están explicando los medios españoles, nos dicen que es una cuestión diplomática: como nosotros somos amigos de la Merkel, harán lo que diga la Merkel. Eso se basa en una concepción española. Los jueces alemanes harán lo que crean que tienen que hacer conforme al ordenamiento jurídico alemán porque la separación de poderes allí es rigurosa y estricta".
Cuevillas ha explicado que constaba en España que Puigdemont se pondría a disposición del la Justicia belga. Ha añadido que la juez alemana de primera instancia -la que acordó la prisión preventiva- pidió disculpas al expresidente catalán porque no pudo resolver el caso rápido con la Semana Santa de por medio ".
En un intento de acercamiento a las autoridades alemanas, el abohado ha celebrado que "el trato que recibió por parte de la policía fue exquisito". Sobre el momento de la detención, ha reconocido que "al parecer, los dispositivos geolocalizadores son obra de los servicios secretos españoles".
También se ha pronunciado sobre el arresto de los dos agentes de los Mossos y el historiador Josep Lluís Alay, que quedaron en libertad: "Alay es una persona con tres doctorados, que habla seis idiomas, y es uno de los principales expertos europeos en relaciones internacionales asiáticas. Forma parte de una campaña del miedo, de poner nervioso al entorno del presidente. Todo es un despropósito: desde el punto de vista jurídico como desde el punto de vista del sentido común".
Alonso Cuevillas se ha enorgullecido de que "en Bruselas, antes te decían Messi y Barça y ahora te dicen Puigdemont". Y concluía con una reflexión: "La excepción no es Suiza. La excepción es España, que además puede tener problemas de credibilidad porque, cuando haces cuatro sartenes a la hora, es posible que se queme alguna. De momento, parece que la sartén de Suiza ya se ha quemado".