El malestar generado notable aunque hoy Ferraz prefiere poner paños calientes sobre el enfrentamiento con el PSC sin ceder en el fondo de la cuestión: "No habrá gobierno de concentración", dicen fuentes de la Ejecutiva consultadas por Libertad Digital, recordando las palabras este lunes de la vicesecretaria general, Adriana Lastra. Aunque en lo que se muestran flexibles es en remarcar que la propuesta de Miquel Iceta es un "guiño, un gesto" de cara a su electorado en aras de mostrarse como quien busca tender puentes para superar la fractura social en Cataluña.
En este sentido, el secretario ejecutivo de Economía, Manuel Escudero, se mostró este martes más comprensivo con Iceta y reconoció que su gobierno de concentración es, como también reconoció Iceta, "imposible" pero "deseable". "Es un deseo pero que no se corresponde con la realidad de Cataluña porque falta la voluntad de muchos en este sentido", señaló Escudero antes de recordar que en la dirección federal "siempre hemos sido muy respetuosos con las opiniones del PSC y no podía ser menos en este momento".
Sin embargo, también se permitió ejercer también de portavoz del primer secretario del PSC dando a entender que la pelota está y debe de estar en el tejado del bloque independentista, y no del PSC. "Él está de acuerdo con nosotros en este momento en que los independentistas se dejen de juegos y empiecen a gobernar".
Es más. La estrategia socialista es dejar que se queme el bloque independentista por si fuera necesario acudir nuevamente a las urnas. Una opción que ya no es descartable. "No nos gusta jugar a futuribles pero lo sensato sería que los que han formado una mayoría en el parlamento, los independentistas, dejen de jugar al escondite con la constitucionalidad y empiecen a gobernar. Es lo deseable en el futuro. Ahora bien, si los plazos siguen corriendo habrá que ir a unas nuevas elecciones".