Crispación en el "Parlament" La cámara es el chiringuito del separatismo. "¿Cuánto tiempo vamos a tardar en volver a saludarnos por el pasillo? ¡Saludarnos! Espero que la convivencia llegue ya a esta cámara para que traslade a la sociedad", dijo Inés Arrimadas en un discurso con el que advirtió a los partidos separatistas y a los soberanistas de Catalunya en Comú que la parte de la sociedad catalana que no les vota también tiene sentimientos y ha sentido miedo, pena y mucho dolor a causa del proceso separatista.
El presidente del Parlament, el republicano Roger Torrent, dio curso a una sesión irregular con un formato inédito y que arrancó con un mitin, según lo calificó Arrimadas, del propio Torrent, que denunció "las injerencias de los poderes del Estado" y el ingreso en prisión de Jordi Turull. Emotivas palabras dirigidas a los presos y a los "exiliados". "No descansaré hasta que estéis con nosotros", declaró. Minuto de aplausos por parte de la bancada nacionalista puesta en pie. En la tribuna de invitados, los familiares de los presos agradecían el gesto.
Torrent apañó que cada grupo dispusiera de quince minutos para expresarse y luego suspendería la sesión. El PP se negó a participar. Los cuatro diputados encabezados por Xavier García Albiol abandonaron el hemiciclo.
"Saltarse las leyes tampoco es normal"
Arrimadas fue la primera en intervenir. Había dicho Torrent que la situación no era normal y la líder de Ciudadanos le dio la razón: "Que el presidente del parlamento dé un mitin desde la mesa no es normal, no. Haberse saltado todas las leyes no es normal. Haber enfrentado a la sociedad catalana no es normal. Que ustedes hablen en nombre de todo el pueblo de Cataluña tampoco es normal".
Apeló en varias ocasiones a la necesidad de volver a la legalidad y destensar a la sociedad, pidió respeto para los ciudadanos no independentistas, exigió a los partidos separatistas que reconozcan la realidad y afeó la actitud de los dirigentes separatistas ante los múltiples requerimientos y advertencias judiciales que han precedido el procesamiento de parte de la cúpula golpistas. "¿Ustedes se creen que cuando un ciudadano recibe un aviso judicial o una multa de tráfico se hace un selfie con ella y la rompe?".
ERC: el Estado ha muerto
El separatismo sigue en esa dinámica. Sergi Sabrià, de ERC, Quim Torra, de Junts per Catalunya, y Natàlia Sànchez, de la CUP, abundaron en la línea exaltada. Sabrià afirmó que "la democracia en España ha quedado suspendida; el edificio del 78 se hunde, con los hechos de ayer, el Estado ha firmado sus sentencia". Habló también de "prostitución del poder judicial" y de la "monarquía corrupta" y remató la soflama con la promesa de persistir: "Seguimos, siempre alzado. Nada se para. Todo continúa. ¡Visca la república!".
El socialista Miquel Iceta exhibió la fórmula del "respeto a la ley, primacía de la política" y alertó de que "estamos muy cerca de que la fractura social sea definitiva". Xavier Domènech, de Catalunya en Comú, se sumó sin ambages a las tesis y tono del separatismo y clamó dramático que "Cataluña no puede ser derrotada". La CUP está en su salsa y rememora el 1-O y Torra, que crece enteros como cuarto candidato a la investidura, cerró en nombre de Junts per Catalunya el pleno propagandístico de la causa separatista. Glosó las figuras de encarcelados y huidos "por el monstruoso delito de haber dado voz al pueblo de Cataluña, por votar" y aseguró que "Cataluña ha dicho basta. No pararemos, hemos aprendido a hablar y a partir de ahora vamos a hablar nosotros". También abogó por "presistir": "Sólo así nuestros compañeros podrán salir de la cárcel".
Más movilizaciones
El separatismo no ceja en su empeño y lo hace sin ambages ni rodeos. Pueden formar gobierno o no, pero tanto en un caso como en otro, los partidos y organizaciones nacionalistas siguen en el golpe, en la "legitimidad" del 1-O y en que los resultados del 21-D avalan la implantación de una república. Al término de la sesión, se produjo la foto inaugural de la tercera versión del proceso tras las ediciones 9-N y 1-O. Fue un homenaje institucional a los familiares de los presos presidido por Torrent flanqueado por los expresidentes de la cámara, Artur Mas y los portavoces de los grupos separatistas.
Torrent instó a la constitución de un "frente unitario en defensa de la democracia y los derechos fundamentales" que en breve tomará cuerpo en forma de pacto entre partidos, sindicatos, ayuntamientos y toda clase de entidades, al estilo de los anteriores "Pactes" con el objeto de provocar movilizaciones, actos y manifestaciones para reclamar la excarcelación de los procesados y el derecho de autodeterminación.