No hay fisuras entre los partidos constitucionalistas. No las hay en el apoyo del PSOE al Gobierno, al menos por ahora, en la aplicación del artículo 155 de la Constitución Española. Los socialistas entienden que la posible elección de Jordi Turull no sería un presidente legítimo, que si alguien pretende plantarle un pulso al Estado se equivoca, y que esto motivaría prolongar la aplicación del articulo 155.
Así lo explicó en el Congreso, la portavoz parlamentaria del PSOE, Margarita Robles: "no es un problema de la interpretación del PSOE sino de cómo se aprobó el 155 en su momento en el Senado. La interpretación fue clara: hasta que no haya un gobierno legítimamente constituido en Cataluña no se dan los presupuestos para que se levante la aplicación del artículo 155".
Unos supuestos que se fundamentan en la constitución de un gobierno legítimo que explican en privado fuentes socialistas: "lo que hoy se elige es presidente, no gobierno. Un gobierno es un órgano colegiado", que debería nombrarse, publicarse en el Boletín Oficial de la Generalitat, posteriormente en el BOE al día siguiente y, en último término, ser ratificado el nombramiento por el Rey.
Algo que "no ocurrirá si mañana el Supremo inhabilita a Turull ya que se paralizaría entonces el proceso y el presidente quedaría nuevamente en el limbo", explican las citadas fuentes socialistas. De hecho, los socialistas enmarcan el pleno de esta tarde en un acto "más político que jurídico" en el que se quiere plantar un pulso al Tribunal Supremo por parte de las fuerzas independentistas. "En nuestro país nadie le echa un pulso al poder judicial. Si alguien tiene un cálculo de echarle un pulso al poder judicial creo que es un cálculo equivocado y debería rectificar, aseguró Robles en respuesta a Libertad Digital.