El diaro El Mundo ha accedido al informe de la Guardia Civil que recoge los mensajes entre Puigdemont, Junqueras, Turull, Forn y Trapero, entre otros y que revelan sus planes para financiar y permitir el referéndum ilegal del 1 de octubre.
Dichas comunicaciones, ya en poder del Tribunal Supremo, demuestran cómo el expresidente Carles Puigdemont agradeció por carta a Josep Lluís Trapero que permitiera la celebración de dicha consulta.
Las comunicaciones internas del instituto armado aseguran que Puigdemont "promovía el proceso independentista mediante la difusión del relato independentista a diferentes organismos y autoridades internacionales, como la Masonería y políticos estadounidenses influyentes". Querían organizar "un acto masónico que le daría trascendencia internacional y evitaría el aislamiento que prevén de la comunidad internacional".
En el buzón del ordenador del expresidente fugado destaca "su agradecimiento a Trapero por no impedir el pseudoreferéndum del 1 de octubre a pesar de haber recibido órdenes judiciales que así lo establecían".
También se demuestra la financiación del referéndum ilegal. En un correo electrónico del exvicepresidente, Oriol Junqueras, se observa que el ex consejero de Presidencia, Jordi Turull, le reclamó "una aportación extraordinaria de 3,4 millones de euros para una campaña de contenido cívico, que finalmente se trató de la campaña para promover la realización del referéndum del 1 de octubre". Además, "ocultó el verdadero objeto de dicha campaña, presuntamente para justificar el gasto de la realización de la promoción de un hecho prohibido por el Tribunal Constitucional".
"Escalada violenta"
Los correos confiscados al ex consejero de Interior, Joaquim Forn, atestiguan cómo "era informado siempre por Trapero de todas las instrucciones que recibía Mossos d'Esquadra por parte de las distintas fiscalías y tribunales relacionados con el referéndum así como de todas las respuestas de los mismos".
La Guardia Civil detalla un informe que Trapero envió a Forn en el que señalaba la probabilidad de que durante la celebración de la consulta ilegal se produjera "una escalada de violencia" independentista para proteger los centros de votación, a diferencia de lo expresado en sus comparecencias públicas en las que hablaban de una convocatoria pacífica.
Los agentes de la Policía judicial concluyen que Trapero informaba de todo a la cúpula de Interior y, de forma conjunta, todos sus integrantes se oponían sistemáticamente a las instrucciones dadas por la Fiscalía Superior.
También se sabe que, cuando nombraron al coronel Diego Pérez de los Cobos como coordinador del dispositivo del 1-O, los dirigentes de la Generalidad temieron perder el control de los Mossos.
El Gobierno de Puigdemont supo con dos días de antelación la ocupación de los centros y planteó un operativo que consistía en el despliegue de dos agentes por punto de votación, "suficiente para una jornada electoral normal pero no para evitar el referéndum".