El Mundo dice que "Sánchez se radicaliza y decide romper en solitario el pacto educativo". Pero la bronca de la semana gira en torno al Día de la Mujer. La encuesta de Sigma 2 dice que "el 36% de los hombres deja las tareas del hogar al vivir en pareja". O sea, el 64% no las deja. Federico Jiménez Losantos comenta el "rebote monumental" que se agarró ayer Irene Montero "por la mesa redonda que, moderada por Lucía Méndez, reunirá en el Congreso de los Diputados a mujeres relevantes de la política, la ciencia y la universidad. Digo relevantes por su trayectoria profesional de muchas décadas, no por llevar dos años en un puesto destacado pero dependiente del Macho Alfa, que es quien reparte cargos y reparte cargas", dice en referencia al machirulo mayor del reino, Pablo Iglesias. "¿Quiere Montero que se visibilice a las huelguistas de la bancada que pastorea? Es fácil: que salga Tania Sánchez de detrás de la columna. No al burka de estuco. No al cobrador de Teherán". Cierto es que Tania lleva mucho más tiempo en política que Irene, no se entiende por qué el jefe la tiene tan escondida. El columnista de al lado, Antonio Lucas, constata que "excepto un puñado de descreídos (apenas una viruta de España), es abundante la compañía masculina que se suma a la reivindicación del 8-M". Ya sabes, Federico, eres una viruta. Pero no solo eso. Cuenta Lucas que con 42 años ha entendido un montón de cosas que no sabía a los 30 sobre la "discriminación de género" en el mercado laboral. Y lo ha aprendido "gracias a las mujeres de mis alrededores". "Existe una violencia implícita en el ámbito social, laboral, eclesial, militar o institucional (…) Sé que tienen razón: no me refiero sólo a la denuncia del golpe y del crimen, sino al desnivel jerárquico, a la rampa salarial, al techo con tope según género, a la cojera de las oportunidades". Pero leñe, ¿qué está pasando en El Mundo? Lucía Méndez, Carmen Rigalt y otras mujeres de El Mundo, pronunciaos. Lo hace Elisa de la Nuez, "miembro del consejo editorial de El Mundo". Ya está, pone miembro, no miembra, en este periódico hay un machismo salvaje. "La brecha salarial es un problema que afecta a toda la sociedad", confiesa. "Todos, hombres y mujeres, deberíamos ser feministas", jo, qué lata. El director, Francisco Rosell, se une a las voces que piden "actuar contra la brecha (…) España tiene aún camino por recorrer para corregir unos desequilibrios cuyas consecuencias son nefastas para la demografía o la productividad". La verdad Rosell es que la mancheta de El Mundo refleja algunos desequilibrios a corregir en su propia casa antes de lanzarse a corregir España. Ninguna mujer entre los 10 cargos que menciona.
El País dice, bajo el epígrafe "reivindicación feminista del 8-M", que "las mujeres cobran un 13% menos por tareas similares". Dice el editorial que "la democracia es incompatible con la discriminación de las mujeres", que "hay que acabar con el machismo, el acoso y la discriminación en cualquiera de sus formas" y que "los hombres deben sumarse a la batalla femenina sin miedos ni excusas". Otro que debería echar un vistazo a su mancheta antes de ponerse estupendo. 13 hombres y dos mujeres en cargos de dirección. Sandra León pone un ejemplo de discriminación. "Asista a una conferencia cualquiera, cuente el número de asistentes y divídalos por sexo". Una ayudita, la escuela de verano en Cádiz de Podemos. Sólo había hombres. "Cuando llegue el turno de preguntas observe cuántas mujeres alzan la mano". Ah, ahí Monedero estuvo magnánimo. Dejó hablar a tres mujeres unos minutos, un detallazo del podemita feminista. Berna González Harbour señala al "PP, Ciudadanos y el obispo de San Sebastián" por empeñarse en "perderse la movilización de las mujeres por la igualdad", no saben lo que se pierden. Una catedrática de la Universidad de Valencia, María Amparo Ballester, cree que lo primero es controlar a las empresas. "Se les debe exigir que identifiquen, corrijan y monitoricen, por medio de elaboración de auditorías salariales. Resulta necesaria mayor atención a la detección de la discriminación retributiva por medio de unidades especializadas y preferentemente descentralizadas en inspección de trabajo". Para mañana, exigimos esa auditoría en las empresas de Prisa para mañana. Pero antes voy a dar voz a alguien anónimo que pide socorro en Cartas al Director. No es periodista, ni catedrática ni miembra de ningún consejo, que se sepa, porque no indica profesión. Se llama María Granados García, y pide: "Dejad de juzgarnos". "Basta de juzgarnos, por favor. Se lo pido a la prensa, a la sociedad y al resto de mujeres en particular. En lo referente a la conciliación y el tan de moda no renuncies, las críticas están empezando a ser abrumadoras (…) Parece que ahora ya todas tenemos que ser CEI de alguna multinacional y que nuestras parejas cuiden de los niños. Cada mujer, igual que cada hombre, es distinta y cada una de nosotras siente su maternidad o su profesión de una manera diferente (o no la siente, que también está en su derecho). Basta ya". Lo mismo María cree que tiene derecho a opinar o a elegir. No hija, aquí manda Julia Otero y demás femifascistas que te llamarían "cómplice entre los oprimidos".
ABC saca los pies del tiesto y abre con Cataluña. "Los empresarios alemanes abroncan al independentismo". Jaime González saca los colores a los sindicatos que esta semana son lo más feminista del mundo. "Veamos: secretario general de UGT, José María Alvarez (hombre); secretario general de CCOO, Unai Sordo (hombre); secretario general de CIG, Paulo Carril (hombre); presidente de CSIF , Miguel Borra (hombre); secretario general de ELA, Adolfo Muñoz (hombre); secretario general de CNT, Enrique Hoz (hombre); secretario general de COAG, Miguel Blanco (hombre); secretario general de USO, Jozquín Pérez (hombre); presidente de ASAJA, Pedro Barato (hombre); secretario general de CGT, José Manuel Muñoz (hombre); secretario general CSC, Carles Sastre (hombre). No cabe mayor hipocresía, hombre. Ni mayor doble moral, hombre. Esto de que los principales sindicatos de España llamen a la huelga general feminista, incluido el que representa a los estibadores es como poner al lobo a cuidar de las ovejas". Mañana todos fuera, queremos una mujer al frente de cada uno de estos sindicatos. Rosa Belmonte se queja de que "a las mujeres les queda mucho para alcanzar la igualdad". "Los medios de comunicación contribuyen al status quo, son reproductores de estereotipos. Los hombres mandan en los periódicos y los hombres eligen de manera natural a otros hombres. Sin embargo, los pocos y pequeños periódicos con mujeres directivas tienen también más redactoras jefes". Vistazo obligado a la mancheta de ABC. La presidenta editora es una mujer. Hay dos subdirectoras. 5 jefas de área. La directora general es una mujer. No es que sea la paridad, pero a otros que dan tantas lecciones se les debería caer la cara de vergüenza.
La Razón es el único que resalta la mala leche de Rajoy. "Rajoy rectifica la huelga a la japonesa de las mujeres del PP". El presidente que nunca tiene nada que decir perdió ayer una estupenda oportunidad de callarse. La encuesta de Marhuenda nos dice que "los chicos rechazan más los piropos que las chicas". La Razón le mira la mancheta a Podemos. "Solo 4 mujeres encabezan las 17 direcciones autonómicas de las siglas. La ausencia de relevancia de las mujeres en Podemos siempre ha resultado recurrente en el seno de la formación, incluso ha sido objeto de severas críticas internas pero sigue sin estar resuelta". Qué va a resolver el partido más machista que ha habido en España en décadas. Marhuenda me lo pone difícil para examinar su mancheta al utilizar sólo las iniciales de sus cargos para que no se pueda identificar si son mujeres u hombres. Pero Ángela Wallwey se queja, así que por algo será. "La virgen María secundaría la huelga. Mi abuela se sumaría. Yo también". A Pedro Narváez le parece de rechupete la decisión de su compañera. "Se puede o no estar de acuerdo con los paros. Lo que es inadmisible es que se diga de los y las que no lo apoyan que tienen falta de respeto hacia la mujeres. Pasamos de la falacia del heteropatriarcado a la dictadura del matriarcado (…) O eres machista y lo disfrutas, o eres machista y no lo sabes, que no saben lo que es peor. Bueno, hay algo peor y es que seas mujer y encima no quieras hacer huelga. Esas merecen la hoguera o una paliza". Bah, en todas las dictaduras la disidencia sufre el acoso de los/las fascistas, es lo que hay. Siempre hay algún agujerillo de libertad en el que parapetarse. Y la tormenta pasará mañana.