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ERC veta a Sànchez y promueve a Junqueras horas después del "pacto"

Republicanos y diputados de Puigdemont reanudan las negociaciones mientras el expresidente vuelve a poner sobre la mesa la repetición electoral.

Jordi Turull (JxCat) y Marta Rovira (ERC) conversan en el 'Parlament' | EFE

El separatismo todavía no ha cerrado un acuerdo para investir presidente y formar gobierno. Contra las apariencias del pleno del jueves de homenaje a Puigdemont y del posterior anuncio del expresidente, ERC no ha dado su visto bueno a Jordi Sànchez, en prisión provisional, el candidato a que propone el fugado para mantener el bloqueo institucional.

El discurso de Puigdemont del jueves por la tarde parecía el cierre del espeso capítulo de las conversaciones entre Junts per Catalunya y ERC para acomodar al huido y designar otro candidato. A las pocas horas, el portavoz republicano Sergi Sabrià deslizaba que la opción de Sànchez no es del agrado de su partido, que el nombre no está pactado y que contraviene toda la retórica sobre la restitución del gobierno "legítimo" destituido por el 155. La CUP desmiente a ERC y sostiene que tanto republicanos como junteros les han comunicado que Sànchez es el hombre elegido para prolongar el desgobierno.

En opinión de los republicanos, su líder Oriol Junqueras, preso en Estremera, ostenta más méritos que el exjefe de la Assemblea Nacional Catalana (ANC). Así es que Junqueras vuelve a estar en el primer plano y el pacto de investidura, sin cerrar. Dice Sabrià que "sólo" quedan algunos flecos. El del candidato no parece un detalle menor, pero tanto en ERC como los junteros de Puigdemont dan por descontado que sea como sea, al final habrá acuerdo. Ocurre, se quejan en Esquerra, que el expresidente va por libre e interpreta las resoluciones de los negociadores a su manera y en su beneficio.

Puigdemont, por su parte, avisa de que impedir la candidatura de Sànchez sería un "delito", que es a Junts per Catalunya, con más votos y escaños que ERC, a quien corresponde proponer candidato y se mantiene en sus trece de formar un ejecutivo de la "república en el exilio" y mantener las riendas del gobierno en Cataluña. Su tesis es que si bien hay que mantener una apariencia de legalidad, la Generalidad "en el interior" debe ejecutar los criterios y medidas que se impongan desde Waterloo.

Ataques al Rey y a Rivera

El último desencuentro entre republicanos y "puigdemonianos" cuestiona la celebración de los actos de exaltación del fugado en Bélgica. Estaba previsto celebrar el próximo lunes una reunión de la "asamblea de representantes de la república" así como dar a conocer la composición del gabinete de Puigdemont. Sin embargo, ERC ha dejado caer que sus diputados no acudirán a Bélgica a rendir pleitesía al líder de Junts per Catalunya hasta que no se haya cerrado definitivamente un pacto de investidura y de gobierno. Las negociaciones continúan en un ambiente cada vez más tóxico entre ambos grupos mientras Puigdemont endurece el tono con ataques al Rey, insinuaciones sobre supuestos "hábitos personales" de Albert Rivera y lanza amenazas al Gobierno con la complicidad de los medios nacionalistas.

Este viernes, el programa matinal de la radio del conde de Godó se trasladó a Bruselas para entrevistar a Puigdemont, que no dejó títere con cabeza y manifestó que su único error ha sido suspender la declaración de independencia que hizo en la cámara catalana el 10 de octubre y no aplicar de inmediato las disposiciones del nuevo régimen republicano al pairo de la "legitimidad" del referéndum del 1-O.

Atrincherado en Bélgica, nadie de su cuerda, de ERC o de la CUP se atreve a plantearle la incidencia de sus descabellados planes en el horizonte penal de los encarcelados e investigados. Si el jueves parecía haber aceptado una parte de la realidad, este viernes volvía a hablar de la posibilidad de repetir las elecciones.

En Bélgica por "mucho tiempo"

Su previsión es la de quedarse en Bélgica "mucho tiempo" manejando las riendas de la Generalidad porque, a su juicio, tanto se puede gobernar desde la cárcel como desde Bruselas. Además, tiene previsto reclamar la oficina, el coche con chófer y el personal a su servicio que corresponde a los expresidentes de la Generalidad y del que disfrutan en estos momentos Jordi Pujol de manera parcial, Mas y Montilla. Ahora bien, para preservar las apariencias, ha dicho que lo solicitará cuando haya un nuevo presidente.

La ANC, al ataque

La ANC sostiene ahora que Puigdemont no debería haber retirado su candidatura, aunque matizó el fugado que es de manera "provisional". Para la organización separatista, el paso a un lado del expresidente no es lo que quieren los catalanes. La entidad ha censurado también el "espectáculo" de las últimas semanas y exige que se "implemente" la república sin rodeos. Entre tanto, combina la celebración de "ayunos colectivos" con "cenas amarillas", todo ello en solidaridad con los presos.

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