Interior sube su oferta y acerca el acuerdo para la equiparación salarial de policías y guardias civiles

La maratoniana jornada de negociaciones de este martes puede haber llegado a buen puerto. Y es que el Ministerio del Interior y los representantes de sindicatos de la Policía y asociaciones profesionales de la Guardia Civil consiguieron alcanzar a última hora de la noche un principio de acuerdo para la equiparación salarial, que trata de evitar que un agente autonómico gane hasta 500 euros mensuales más que otro estatal pese a tener el mismo puesto y categoría.

Principio de acuerdo únicamente porque los representantes sindicales y asociativos han creído que la oferta del departamento que dirige Juan Ignacio Zoido es lo suficientemente interesante como para exponérsela a sus afiliados y socios, que serán los que tengan la última palabra. El método por el que harán esa consulta a sus bases todavía no se conoce, aunque se espera que se aclare en las próximas horas.

Para llegar a esta situación las dos partes han tenido que mover ficha. El Ministerio del Interior ha elevado su oferta desde los 800 millones de euros acumulados en tres años que ofreció la pasada semana hasta los 1.100 millones de esta última negociación. Garantiza también que este año 2018, haya presupuestos nuevos o sean prorrogados, habrá una inyección inicial de 500 millones de euros con carácter retroactivo (tomando como fecha el 1 de enero).

Además, se compromete a impulsar una ley de Equiparación Salarial para poner fin a las desigualdades salariales entre cuerpos de seguridad y a encargar un estudio a una consultora externa que certifique cuál es la desigualdad salarial real y que se corrija con un nuevo aumento en el caso de que los 1.100 millones que considera suficiente el Gobierno no lo sean de verdad.

Por el otro, los representantes de sindicatos y asociaciones aceptan unas cifras económicas que no son los 500 millones de euros acumulables durante los próximos tres años (que cifraba la subida salarial necesaria en 1500 millones de euros anuales a partir de 2020) y que hasta ahora había marcado como una clara línea roja en la negociación de la que no estar dispuesto a moverse.