Ya falta menos para que llegue la Semana Santa, una de las festividades más importantes del año. Según el calendario laboral de 2018, la Semana Santa comenzará oficialmente el próximo 25 de marzo, Domingo de Ramos, y finalizará el 1 de abril, Domingo de Resurrección. El Viernes Santo (30 de marzo) será festivo a nivel nacional, mientras que el Jueves Santo será festivo en todas las comunidades autónomas a excepción de Cataluña, Comunidad Valenciana y Cantabria.
Tras la salida de la crisis económica, los españoles han vuelto a apostar por estos días para tomarse un merecido descanso fuera de su casa. Tanto es así, que el pasado año, los viajes realizados por los turistas nacionales durante la Semana Santa superaron los 7,5 millones, lo que supuso un aumento del 13,8% respecto al mismo periodo de 2016, tal y como revelaron los datos el el INE (Instituto Nacional de Estadística).
La tradición religiosa hace que los destinos nacionales sean una de las opciones más interesantes para asistir a las impresionantes procesiones que tienen cita dentro de nuestras fronteras, pero también hay muchos que prefieren salir al extranjero.
Eso sí, para que el presupuesto familiar no se descalabre, es recomendable establecer un límite de gasto. A partir de ahí, será cuando los viajeros comiencen a pensar qué destino escoger para no sobrepasar esa cifra. Reservar el viaje con anticipación será el mejor aliado para asegurase un ahorro considerable en cuanto a hospedaje y transporte, que puede alcanzar el 50%.
Pedir un préstamo para las vacaciones es una opción que barajan muchas personas que están haciendo planes para Semana Santa. Frente a un préstamo personal tradicional, hoy en día existe una alternativa más cómoda: los créditos rápidos online. Son préstamos personales que se pueden solicitar en cualquier momento, desde cualquier dispositivo con acceso a internet y sin salir de casa, como puede verse en esta web. Además, en un crédito online se te permite elegir a ti la cantidad que necesitas y cómo te viene mejor devolverla, cosa que en un banco tradicional te suele venir impuesto.