La decisión ha sido tomada, a iniciativa propia, por el grupo Pascual, uno de los grupos en que descansa la sanidad andaluza vía conciertos y con el que ha tenido un agrio enfrentamiento que llevó incluso a la suspensión de los servicios de los centros de Pascual en la provincia de Huelva.
Ha contado la agencia EFE que el empresario José María Pascual, propietario de varios centros sanitarios concertados con la Junta de Andalucía, abrirá de manera gratuita las urgencias del hospital San Rafael de Cádiz y del Virgen de la Bella, en Lepe (Huelva), para los usuarios del sistema público de salud andaluz.
El alcalde de Cádiz, José María González Kichi, informó de que este jueves recibió una carta de José María Pascual comunicándole esta iniciativa y apuntó que "es de agradecer esta medida por parte de un empresario". Es sabido que el propio 'Kichi' se ha manifestado contra la sanidad en Cádiz cuando ha habido convocatorias al respecto.
Según el alcalde, esta medida vendrá a paliar "el evidente estado de abandono de la sanidad pública en Cádiz, con los colapsos permanentes en urgencias y las recientes situaciones vividas durante la pasada Navidad, por poner algunos ejemplos".
Coincidentemente, la decisión de la sanidad privada de Pascual se toma el mismo día en que Ciudadanos auxilia al PSOE en el Parlamento andaluz para bloquear una iniciativa en la que se solicitaba una auditoría de la Cámara de Cuentas al proceso de fusión y desfusión hospitalaria de Granada, que está en el origen de las grandes protestas provinciales y regionales sobre el estado de la Sanidad.
El drama de la sanidad andaluza
Sabido es que la junta de Andalucía y, singularmente su presidenta, Susana Díaz, enarbolan continuamente la bandera de la sanidad pública andaluza, que es considerada la "joya de la Corona" del socialismo andaluz y símbolo del "éxito de su gestión" desde la transferencia de competencias en un proceso que comenzó en 1986.
Con este esquema de interpretación de la realidad, no pueden explicar cómo decenas de miles de personas en Granada, Huelva, Málaga, Cádiz y Jaén, principalmente, se echaron a la calle en defensa de una sanidad digna abanderados por Spiriman, el famoso médico granadino Jesús Candel,
El informe no oficial más reciente data del pasado 31 de enero, y dentro del ciclo de conferencias "Reflexiones sobre Huelva", organizado por la Fundación Juan Manuel Flores Jimeno y la Fundación Caja Rural del Sur, la Asociación "Huelva por una sanidad Digna" presentó su conferencia Situación de la Sanidad en Huelva (Los Derechos de los Ciudadanos), cuya referencia encontramos en El Demócrata Liberal. La primera parte de exposición versó sobre la sanidad en Andalucía.
Julia Paloma Hergueta Sánchez, doctora y presidenta de la entidad, destacó el retroceso de nuestra sanidad española, que, sobre 188 países, ocupa el puesto 23º, cuando en 2009 ocupaba el 6º. La Sanidad Andaluza también ha experimentado un retroceso importante y desde la 6ª posición que ocupaba en 2009 en relación con el resto de CCAA, ha retrocedido a los últimos puestos, quedando sólo por delante de Ceuta y Melilla.
Según los datos del Ministerio de Sanidad y la Consejería de Salud, Andalucía es la Comunidad Autónoma que cuenta con menos gasto por habitante -con diferencias de más de 500€ con el País Vasco y más de 200€ por debajo de la media Española-, con menos camas públicas/habitante y se encuentra por debajo de la media española en dotación tecnológica (litotriptores, mamógrafos, ecógrafos, etc.). Muchos de estos datos fueron publicados por Libertad Digital hace años.
Además, Andalucía es deficitaria en 41 de las 46 especialidades médicas. Asimismo, cuenta con las mayores tasas de mortalidad global, infantil y por ictus y la menor esperanza de vida al nacer de nuestro país.
Se adivinaba que la sanidad andaluza carece de buena salud porque desde el año 2012 a finales de 2016, en plena crisis económica, cien mil andaluces se pasaron a la sanidad privada a través de compañías de seguros, cansados de listas de espera interminables y de reclamar pruebas diagnósticas que tienen meses y meses de retraso.
Desde que Susana Díaz es presidenta de la Junta de Andalucía, el SAS ha aumentado los conciertos con los centros privados en un 13%, llegando en la actualidad hasta los 500 millones de euros.
Las denuncias en las plataformas puestas en marcha por el PP andaluz han comprobado el cierre de plantas enteras en hospitales de Almería, Huelva y Sevilla; los problemas de higiene en los hospitales de Huelva con la aparición de brotes de sarna o un centenar de plazas vacantes en Enfermería en el Virgen del Rocío de Sevilla.
El presidente del PP, Juan Manuel Moreno le recordó a Díaz en un debate parlamentario que Andalucía es la comunidad con menos cobertura de cribado de cáncer de colon a pesar de que es la principal causa de mortalidad en los hombres con cáncer, ya que sólo llega al 1% de la población; que sólo dispone de cinco unidades de ictus cuando se necesitarían 16 por el volumen de población; y que las mujeres que han sufrido cáncer de mama tenían que esperar hasta cinco años para una reconstrucción.
La situación sanitaria en Huelva y Cádiz
Ahora, que la sanidad privada acuda en ayuda de la sanidad pública en Huelva y Cádiz aporta otra fuente de sospecha acerca de la situación de la de la sanidad andaluza, cuya gestión en todos los niveles médicos está férreamente controlada desde los tiempos de las transferencias de competencias por el Partido Socialista y la Junta de Andalucía gobernada pro él.
La situación de Huelva fue descrita por la doctora Hergueta Sánchez en el acto ya mencionado como de históricas carencias en infraestructuras con promesas incumplidas como los Centros Hospitalarios de Alta Resolución( CHARE) de Lepe, Aracena y Bollullos; un hospital de primer nivel y un materno infantil; una UCI pediátrica correctamente dimensionada; unidad de ictus, unidad del dolor, angioplastia 24h y centro de Salud de Isla Chica, de Gibraleón, Valverde.
Además, señaló su déficit de camas (junto con Almería la más deficitaria de las provincias andaluzas) y su desigual distribución geográfica, estando -menos las del Hospital de Riotinto-, todas en la capital. Abundó en la enorme falta de profesionales en general y de especialistas en particular. Huelva es deficitaria en las 46 especialidades médicas siendo algunas totalmente inexistentes como cirugía pediátrica, cirugía torácica (en la provincia con mayor mortalidad por cáncer de pulmón), otras testimoniales como cirugía plástica y maxilofacial (hay una sola cirujana plástica contratada a media jornada para toda la provincia 520.000 habitantes) y otras muy infradotadas como pediatría (el 60% de los niños onubenses son atendidos por médicos de familia y no por pediatras).
Añadió las enormes listas de espera agravadas por los recortes y la fusión hospitalaria y los problemas de la Atención Primaria con acumulaciones de cupos por encima de los recomendados por las sociedades científicas, y la inequidad en el porcentaje de profesionales con respecto a otras provincias, algo únicamente atribuible a una nefasta gestión que ha destruido la equidad y hace a los onubenses desiguales.
Según La Voz de Cádiz, la plantilla del Servicio Andaluz de Salud (SAS) en Cádiz es a todas luces insuficiente Y puede comprobarse en las salas de urgencias, en las listas de espera o, simplemente, en los consultorios de salud. No se puede atender adecuadamente a una población que demanda, cada vez más, un servicio digno y, sobre todo, eficiente. La sanidad gaditana había perdido en los últimos años algo más de 800 profesionales.
De hecho, hace un año Cádiz se echó a la calle en defensa de la sanidad pública. Convocados por la Marea Blanca Gaditana, en sintonía con el movimiento de 'Spiriman', en la marcha, participaron entre 5.000 y 6.000 personas, según los organizadores.
Otros problemas, además de los generales de la sanidad andaluza, son las jubilaciones no reemplazadas, de un lado, y las fugas a la sanidad privada, de otro, han dejado muy mermada a la plantilla del SAS, que cuenta en la provincia de Cádiz con 12.739 trabajadores.
Diario de Cádiz añadía como problemas el cierre de camas en verano y durante las vacaciones de Navidad o el colapso que soportan algunos servicios para pruebas diagnósticas ponen en tela de juicio la gestión política de nuestros hospitales.
Ni siquiera veían adecuada la nueva oferta de empleo público de la Junta para el sector que consideraban insuficiente.