El Área de Gobierno de Medio Ambiente y Movilidad apoya la creación del primer observatorio ciudadano de mariposas urbanas en los parques y jardines de la ciudad de Madrid, impulsado por el Centro de Investigación Ecológica y Aplicaciones Forestales (CREAF), porque "es uno de los mejores indicadores para evaluar la biodiversidad urbana y sensibilizar a la ciudadanía sobre su valor".
El observatorio uBMS (del inglés urban Butterfly Monitoring Schemes) ha sido creado en Barcelona por la investigadora Yolanda Melero, del CREAF, y cuenta con la participación en Madrid del Grupo de Seguimiento de Fauna de la Universidad Complutense, que reclutará a 40 voluntarias y voluntarios para desarrollar el trabajo de campo en 27 parques y jardines.
La presentación para los voluntarios tendrá lugar mañana 23 de febrero en el salón de actos de la Facultad de Ciencias Biológicas de la Universidad Complutense de Madrid, a cargo del profesor Francisco José Cabrero. Y el método de investigación de los voluntarios consiste en realizar una visita quincenal a las zonas verdes y transmitir los datos de las especies observadas y número de cada una de ellas (incluso si no ven nada) a través de una aplicación móvil. También se les ofrecerán cursos gratuitos de identificación de mariposas y contarán con un grupo de trabajo donde explicar sus experiencias, compartirlas y dialogar con las personas expertas.
Las inspecciones se realizarán de marzo a octubre durante el periodo de vuelo de los adultos. Los objetivos específicos del proyecto son: conocer la diversidad de mariposas en la ciudad de Madrid y su evolución a lo largo del tiempo; crear un indicador de calidad de la biodiversidad urbana; entender las características de la ciudad que fomentan o limitan la biodiversidad y proporcionar recomendaciones de gestión de los parques y su entorno para favorecer la biodiversidad en las ciudades.
El Ayuntamiento de Madrid apoya la creación del observatorio de mariposas porque "el crecimiento de las áreas urbanas, junto al cambio climático, es uno de los desafíos más importantes a los que se enfrentan las administraciones para la conservación del medio ambiente". En una nota, el Consistorio capitalino explica que "recientemente ha nacido un nuevo interés por conocer y entender la biodiversidad de las ciudades". En este sentido, el Ayuntamiento de Madrid está elaborando el Plan Estratégico de Zonas Verdes, Arbolado y Biodiversidad que incluye la protección de las especies autóctonas mediante la ejecución de medidas preventivas y correctoras en las zonas verdes madrileñas.
Las mariposas diurnas, además de ser insectos polinizadores y un grupo estéticamente atractivo, reúnen una serie de características que las convierte en excelentes indicadores de biodiversidad. Eso significa que podemos extrapolar en cierta medida el estado de sus poblaciones, los cambios en la riqueza y abundancia de sus especies y las causas asociadas a otras especies más difíciles de observar e identificar.
El observatorio es una iniciativa del CREAF en colaboración con el Museu de Ciencies Naturals de Granollers, la Universidad Complutense y la Universidad Autónoma de Madrid. Cuenta con el apoyo del Ministerio de Agricultura y Pesca, Alimentación y Medio Ambiente a través de la Fundación Biodiversidad y la colaboración de los Ayuntamientos de Madrid y Barcelona.
El retrato de una mariposa urbanita
"La vida de ciudad no es fácil para una mariposa. Muchas mueren cuando se mueven de un jardín a otro o buscando un alimento en particular que es escaso. Las especies de mariposas que vuelan distancias cortas o que no son muy ágiles volando no consiguen llegar a los jardines más lejanos o pocos conectados con otras zonas verdes. Además, muchas de éstas sólo se alimentan de plantas concretas y tienen más dificultades de encontrar comida en los jardines, dónde la mayoría de plantas son ornamentales", explica.
"Por ello, las mariposas más comunes de las ciudades son aquellas que se mueven más fácilmente y que tienen hábitos de alimentación generalistas, que comen un poco de todo. Hablamos de especies como las blanquitas Pieris rapae y Pieris brassicae".
Ocasionalmente, también podemos ver otras especies poco frecuentes pero que en determinados momentos del año pasan por nuestras ciudades en el curso de migraciones; por ejemplo la Vanesa de los cardos (Vanessa cardui), que se puede ver hasta cruzando carreteras.