El centro de innovación Las Naves, dependiente del Ayuntamiento de Valencia, la Cátedra de Gobierno Abierto de la Universidad Politécnica de Valencia y la Cátedra de Gobierno Abierto, Participación y Open Data de la Universidad de Valencia, promovida por la Consejería de Transparencia, han creado una aplicación para detectar canciones machistas y así evitar que puedan ser escuchadas en plataformas digitales -como Spotify o Youtube- y en cadenas de radio. Es decir, lo que se pretende con esta app es censurar todas aquellas canciones que los denunciantes consideren machistas con la finalidad de que el resto de ciudadanos no puedan oírlas.
El concejal de Podemos en el Ayuntamiento de Valencia, Berto Jaramillo, asegura que esta aplicación y las iniciativas similares son de gran importancia para "hacer frente al patriarcado". De igual manera, Jaramillo cree que las nuevas tecnologías son una "gran herramienta" para poner en práctica la "justicia social". Realmente, lo que supondrá esta app es tratar de censurar canciones de reggaeton.
"Esta aplicación es una herramienta excelente para motivar al alumnado y que tome conciencia de la sociedad desigual en la que todavía vivimos. Además, la tecnología es una herramienta con un poder de transformación muy importante que debemos poner al servicio de la ciudadanía y del bien común. Erradicar el machismo y la desigualdad es una de las asignaturas que con más celo perseguimos", ha manifestado el edil en un comunicado.
La app, que recibirá el nombre de MisOFF -música misógina off-, funcionará a través de Telegram. De esta manera, los usuarios de la aplicación de mensajería recibirán una serie de preguntas para analizar las diferentes canciones que más éxito estén cosechando. Es decir, lanzarán encuestas para sondear las canciones de moda y así poder clasificar las que una mayoría considere machistas.
MisOFF nace después de que en el Instituto Malilla se denunciase la presencia de letras machistas en las cadenas de radio. Varios alumnos y diferentes entidades comenzaron una recogida de firmas en la plataforma Change.org para crear un Observatorio Valenciano contra la Música Misógina, que se pagaría con dinero público.
En la práctica, sin embargo, es bastante complicado que esta aplicación consiga que YouTube, Spotify o plataformas similares eliminen y censuren canciones que un grupo de personas consideren machistas. La guerra contra la música y contra el reggaeton no es nueva. Este verano en el País Vasco, el Instituto Vasco de la Mujer elaboró un listado de 200 canciones que no se podían poner en las fiestas patronales, en los bares y en los locales de ocio. De esta manera, éxitos como 'Despacito' de Luis Fonsi, 'Súbeme la radio' de Enrique Iglesias, 'Me enamoré' de Shakira y 'Vente pa' ca' de Ricky Martin fueron censurados. En su lugar, se recomendó escuchar 'A quién le importa', 'I will survive' o 'Yo no soy esa'.