Abierto el melón de la reforma electoral, el PP ha planteado, como antes Podemos y Ciudadanos, su propuesta de máximos, que supondría modificar sustancialmente la elección de los alcaldes de España.
En la reunión que los populares han mantenido este miércoles con un equipo de Ciudadanos, que cerraba su ronda de contactos sobre esta cuestión con los principales partidos, le han planteado a los de Albert Rivera, representados por Juan Carlos Girauta y Miguel Gutiérrez, un sistema que daría la mayoría absoluta en los Ayuntamientos a la candidatura más votada, en dos casos concretos.
El primero, si habiendo ganado por mayoría simple, obtuviese el 35% de los votos válidos emitidos, superando a su más inmediato rival en, al menos, cinco puntos porcentuales, o, la segunda opción, si obtuviese el 30% de votos y distanciase en diez puntos porcentuales al segundo más votado.
Si no se dieran esos dos requisitos, se celebraría una segunda vuelta entre los partidos que hubiesen superado el 15% del voto, no pudiendo cambiarse los mismos ni establecerse coaliciones electorales.
El ejemplo de Aguirre contra Carmena
Si se escoge como ejemplo las elecciones municipales de 2015 en Madrid, la ganadora de aquellos comicios, Esperanza Aguirre, del PP, y la segunda más votada, Manuela Carmena, de Ahora Madrid, se hubieran disputado la alcaldía de la capital de España (que alcanzó Carmena por un acuerdo con el PSOE, tercera fuerza más votada) en una segunda vuelta, a la que por poco también habría concurrido el entonces candidato socialista, Antonio Miguel Carmona, al superar el PSOE por unas décimas el 15%.
La popular se impuso con el 34% de los votos, mientras que la ahora primera edil obtuvo el respaldo del 31% de los votantes madrileños.
Si se coge como ejemplo Barcelona, Ada Colau y el convergente Xavier Trias habrían concurrido a la segunda votación por la alcaldía de la Ciudad Condal.
Girauta y Hernando se enredan
Al margen de la propuesta del PP, la reunión volvía a constatar el pésimo estado de las relaciones del partido el Gobierno con su principal socio parlamentario. El portavoz parlamentario naranja, Juan Carlos Girauta, no dudaba en tildar de "triste" y "decepcionante" el encuentro por la "falta de voluntad política" de los populares de mejorar la proporcionalidad del sistema, a su juicio el "asunto nuclear" que hay que abordar a la hora de modificar la LOREG.
En un tono muy airado, su homologo en el grupo popular, Rafael Hernando, tiraba de sarcasmo para decir que "yo ya vengo regenerado de casa, me regeneraron hace mucho tiempo, todos los días salgo regenerado a la calle. No sé si el señor Girauta necesita algún impulso de auto regeneración, pero desde luego ni él ni Ciudadanos me va a dar ninguna lección".
Hernando acusaba al partido naranja de haber adoptado la propuesta de reforma electoral de Podemos e insinuaba que quienes como los de Rivera y los de Iglesias se quejan del sistema no lo harían si tuvieran otros resultados electorales. Defendía, además, su propuesta para la elección de los alcaldes, enfatizando su similitud con la que en su día defendió el PSOE. A su juicio, hay tiempo hasta las municipales de 2019 para llevar a cabo esa reforma. Girauta no rechazaba de plano la doble vuelta pero afirmaba que podría extender al resto de votaciones en España.