Tres comparecencias en la comisión del Senado sobre la financiación de los partidos, una de ellas de un ex militante de Ciudadanos en litigio con el partido, han servido al PP para asegurar, como ha hecho este jueves de manera tajante su portavoz en la cámara alta, Luis Aznar, que Albert Rivera tendrá que dar explicaciones "en todas las instancias" sobre la financiación de Ciudadanos.
Los populares se han agarrado a las denuncias de los antiguos militantes (archivadas por la Fiscalía Anticorrupción, como se ha encargado de recordar el partido naranja) para acusar a la cúpula del socio de investidura de Mariano Rajoy de manejos irregulares en la gestión de los recursos de sus grupos municipales, por haber sido destinados fraudulentamente a la financiación de la formación, y de "subastar" la cabeza de cartel de muchas de sus candidaturas, tal y como ha aseverado también Aznar.
Sobre esto último, el abogado de la Plataforma Garantías Ciudadanos, Alberto Ganga, el primero de los comparecientes, afirmaba: "Tenemos actas de la agrupación de Ciudadanos en Fuenlabrada, donde para ir en los números uno de las listas hay que pagar 11.000 euros". El miércoles, el secretario general de Ciudadanos, José Manuel Villegas, admitía practicas "incorrectas" de candidatos que financiaron de su bolsillo sus campañas por un importante total, detectado por el Tribunal de Cuentas, de 14.000 euros, que según la versión de los ex afiliados críticos sería muy superior.
El PP habla de "dopaje electoral"
En cuanto a la gestión de las cuentas de los grupos municipales, un viejo asunto que hace dos años provocó la destitución del delegado de Ciudadanos en Murcia, Ganga denunciaba "contratos de servicios ficticios a los ayuntamientos" que ha llegado a comparar con la actitud de Iñaki Urdangarín en el Instituto Noos.
Aznar, en una comparecencia ante los periodistas en el receso de la comisión (en la que el PP se ha quedado solo por el abandono de la misma de PSOE, Podemos y Ciudadanos) hablaba de "dopaje electoral" y de la "utilización que en Ciudadanos están haciendo de los dineros municipales" para, a su juicio, "campañas electorales y contratación de personal. En definitiva, para gastos políticos".
Poco antes, el propio Villegas defendía en una comparecencia ante la prensa en el Congreso el modus operandi de su partido "para garantizar que la gestión de las cuentas de los grupos municipales sea la más correcta posible" y afirmaba que la centralización de las subvenciones en una cuenta bancaria está avalada por el Tribunal de Cuentas. Aznar, preguntado por estas palabras, contestaba al número dos de Ciudadanos: "Si él dice que no están dispuestos a renunciar a esa práctica, él será quién tenga que dar explicaciones en las instancias pertinentes".
El "lagarto" Rivera
Los comparecencias llamados por el PP denunciaban una supuesta conspiración de poderes fácticos para favorecer a Ciudadanos en detrimento de UPyD, formación a la que "el sistema" no habría perdonado su acusación particular en el caso Bankia. Una tesis apuntada por la mañana por Ganga y en la que se explayaba después el concejal en Leganés de Unión por Leganés, antiguo socio de Ciudadanos, Carlos Delgado, autor del libro Albert Rivera es un lagarto de Uve, en referencia a la célebre serie de los años ochenta.
Delgado, ante la impaciencia de Luis Aznar, ha sido incapaz de ir más allá de especulaciones ya publicadas sobre las cuentas de Ciudadanos, como las que afectan al alquiler de su sede en Madrid, a juicio de este político local "con un precio fuera del mercado" o sobre el pacto con Libertas para las europeas de 2009, del que no ha dudado en decir que "huele a Gürtel por los cuatro costados" y cuya financiación, remitiéndose siempre a artículos de prensa, ha fijado "en dos o tres millones de euros". Tras su comparecencia, el senador Aznar ha evitado volver a comparecer ante los medios.
El próximo jueves volverá a comparecer en la comisión, como ya hizo el pasado verano, el tesorero de Ciudadanos, Carlos Cuadrado. Desde el cuartel general naranja se ha mantenido la calma durante toda la jornada, y se ha trasladado la buena nota que Transparencia Internacional otorga al partido, presumiendo además de no haber tenido "ningún caso de corrupción" en su década de historia. Una imagen de tranquilidad que también trasladaba Rivera almorzando informalmente en la cafetería del Congreso (poco frecuentada por el líder naranja) con los dos señalados por el PP, Villegas y Cuadrado.
Sobre la fiscalización del Tribunal de Cuentas, los de Rivera aseguran ser el partido que más documentación ha aportado, contrariamente a lo que ha hecho el PP, al que reprochan haber presentado únicamente sus cuentas nacionales, omitiendo las de sus cientos de grupos instituciones en toda España, que manejan "millones de euros".