Hoy por la mañana se reanuda el juicio con la declaración de un personaje estelar: Francisco Javier Guerrero, un socialista de toda la vida de la Sierra Norte de Sevilla que, desde su puesto de director general de Trabajo de la Junta (1999-2008), era el encargado de decidir quién recibía fondos y quién no a sugerencia de sus superiores y por iniciativa propia.
Han pasado dos meses desde que comenzara el juicio derivado de la instrucción de la "pieza política" de los ERE, llamada así porque juzga la trama política que hizo posible las subvenciones arbitrarias a gran escala durante 10 años para empresas y trabajadores afectados por la crisis.
Durante un mes empantanado en el proceso de las cuestiones previas, la ya maltrecha instrucción de la jueza Alaya –cuyo sumario global se troceó y cuyos centenares de partes andan sometidas a decisiones y exclusiones de imputados poco entendibles–, sigue en pie y ya fue respaldada por el Tribunal Supremo en su día.
El proceso de las cuestiones previas ha descartado la nulidad parcial de las actuaciones pedida por la defensa de José Antonio Griñán aludiendo a que la causa no fue instruida por el juez predeterminado por la Ley. Asimismo, la idea de la "trama política", clave en la instrucción de la juez Alaya, ha quedado muy debilitada al considerar el Tribunal que no hay asociación ilícita de raíz jerárquica como pedía el juez instructor final, Álvaro Martín, sino mera "codelincuencia".
La declaración de Guerrero, que comienza esta mañana, es una de las estelares que tendrán lugar en este juicio, a la sombra, eso sí, de las que efectúen Manuel Chaves, José Antonio Griñán, Gaspar Zarrías, Magdalena Álvarez y otros pesos pesados del gobierno andaluz, algunos durante dos décadas. La expectación procede del hecho de que Guerrero no ha querido erigirse en estos años en chivo expiatorio del caso y ahora se comprobará si algo ha cambiado en su actitud defensiva.
De haber aceptado el papel de "pagano", hubiera tenido que admitir que él fue único responsable de las operaciones y decisiones de los ERE. Pero fue su negativa y su insistencia en que, tras él, había toda una estructura política organizada y muy especialmente, su alusión a un "fondo de reptiles", nombre con el que designó la partida 31L de los presupuestos andaluces, para clarificar lo que había ocurrido, mostraron que no iba a seguir ese camino.
Bajo una apariencia, incluso socarrona, dicharachera y descarada de un don Guido de izquierdas, logró ser alcalde socialista de un pueblo esencial en la trama de los ERE en su vertiente Sierra Norte de Sevilla, El Pedroso. Esta localidad, que vio nacer a José Manuel Lara, fundador del imperio Planeta, ha estado en la diana de la instrucción por la influencia de sus alcaldes y familias socialistas en el PSOE de Sevilla a causa de su importancia electoral estratégica.
Se ha recordado recientemente su célebre expresión pormisco, cuyo desarrollo total es "por mis cojones", que se refería a la "línea de subvenciones" de donde iba a salir la ayuda que necesitaba un amigo suyo, empresario del pueblo. De hecho, se ha demostrado que su autonomía, en los bajos niveles de las partidas de los ERE, era importante, pero no tanta que todo lo ocurrido fuera cosa de "cuatro golfos", teoría de Chaves seguramente relacionada con él.
Dado que en este juicio sólo se trata del procedimiento seguido por la Junta, presuntamente irregular, para derivar estos fondos públicos de manera arbitraria a ciertos colectivos de trabajadores y empresarios, no se hablará de las muchas anécdotas que ha protagonizado desde que fuera señalado por su chófer como asiduo de cubatas, cocaína y demás desparpajos.
Después de Guerrero, detalla Europa Press, serán interrogados por las partes el resto de los 22 procesados, entre los que hay 8 antiguos miembros del Gobierno andaluz: además de los ex presidentes Chaves y Griñán, que se cree serán los últimos en declarar, están acusados los ex consejeros Antonio Fernández, José Antonio Viera, Gaspar Zarrías, Magdalena Álvarez, Francisco Vallejo y Carmen Martínez Aguayo.
Tras los 22 procesados, le tocará el turno a los peritos y el resto de los testigos, unos 150, tras incorporarse algunos propuestos por las partes en la fase de cuestiones previas.
Entre los testigos incorporados a última hora destacan el actual vicepresidente de la Junta, Manuel Jiménez Barrios –que recibió fondos de los ERE mientras era alcalde de Chiclana–, los exconsejeros Antonio Ávila y Mar Moreno y un ex alto cargo del Gobierno de Aznar, Soledad Córdova, investigada en la pieza separada del ERE de la Faja Pirítica de Huelva. No lo hará la presidenta de la Junta, Susana Díaz, a pesar del intento del PP.
Sobre el caso en su conjunto se cierne una duda creciente ya que en este juicio sólo se trata del procedimiento que propició los presuntos fraudes. Pero ¿qué va a pasar con los supuestos fraudes concretos en sí mismos, troceados en sumarios que se cifran casi en 250?
De momento, sólo se sabe que las ayudas fraudulentas individuales recibidas no serán tratadas en este juicio y se deduce de las decisiones de la Audiencia que ninguno de los procesados ahora podrá volver a ser juzgado en ninguno de los juicios que se deriven del resto de los sumarios desgajados de la instrucción original de la juez Alaya, que ya dijo sentir una "fea incertidumbre" sobre el destino final del caso.