ERC ruega a Puigdemont que facilite la investidura para levantar el 155

Mar de fondo entre ERC y el entorno de Carles Puigdemont. Los republicanos reprochan a Junts per Catalunya el registro en la cámara catalana de una propuesta para modificar la ley de presidencia al objeto de que el líder fugado pueda ser investido a distancia. Elsa Artadi se saltó todos los protocolos negociadores.

El portavoz adjunto, Eduard Pujol, justifica el puenteo en la necesidad de "ganar tiempo". No es el primer episodio de estas características, sino el tercero de un serie que empezó con la suspensión in extremis de la sesión de investidura y ha sido replicado parte de JxCat con la irrupción del nombre de Artadi como plan b y la propuesta de modificación legal a espaldas también de ERC.

Marta Rovira, en su discurso del "consell nacional" de la formación republicana, ha mandado unos cuantos recados a los fieles a Puigdemont. En primer lugar, que se necesita "lealtad" y "rigor" para negociar un pacto que no sea un "acuerdo a medias", que se requiere "inteligencia colectiva" para superar el trance del 155 y esquivar al Estado y que no se puede generar "falsas expectativas".

La situación exige, a juicio de la segunda de Oriol Junqueras, un gobierno efectivo y operativo para levantar la aplicación del artículo 155. Rovira ha vuelto a exponer la oferta del reconocimiento de la legitimidad de Puigdemont, al que se ha referido como "el presidente en Bruselas", pero es indispensable un pacto general y a la mayor brevedad para formar gobierno operativo y con un "plan de legislatura".

La enseñanza y TV3 "en riesgo"

ERC percute en el argumento del 155. Están en peligro, ha dicho Rovira, el modelo educativo y TV3 y cualquier acto de desobediencia podría ser la excusa para prolongar la aplicación del precepto constitucional y hay que conjurar el peligro con una investidura efectiva que no dé pie al Gobierno y a la oposición en Cataluña a nuevos recursos.

Rovira ha medido mucho el lenguaje. Esquerra huye de la altisonancia, enjabona los oídos de Puigdemont a la más mínima ocasión y trata de convencerlo de las excelencias de lo simbólico para subrayar lo legítimo, pero le ruega que sea realista y no encalle la situación. Hay pavor entre los republicanos a una repetición electoral.

A pesar de que la distancia que separa a ERC y Junts per Catalunya es cada vez mayor, todos confían en que se alcanzará un acuerdo. Rovira dice que será en pocos días, pero el balón de oxígeno del informe de los letrados respecto a que aún no ha comenzado la cuenta atrás para la repetición de las elecciones abunda en la tesis contraria.

El calendario de citas ante el Tribunal Supremo de Mas, la propia Rovira, las exdiputadas de la CUP Mireia Boya y Anna Gabriel, todavía en paradero desconocido, entre otros dirigentes, también tendrá su peso en el sesgo y tono de unas negociaciones que parecen ir para largo sin que después de dos semanas de contactos se haya avanzado gran cosa, más allá del consenso en reactivar la asamblea de electos como corte de Puigdemont.

Por otra parte, Rovira ha recordado que hoy se cumplen cien días desde el ingreso en prisión de Oriol Junqueras y Joaquim Forn, el exconsejero de Interior. Nada se ha comentado en público sobre las retractaciones de la expresidenta del Parlamento catalán, Carme Forcadell, que se encontraba entre los asistentes al consell.