Con el año nuevo, ha vuelto el ciclo de conferencias "El necesario fortalecimiento de España", organizado por las fundaciones Villacisneros y Valores y Sociedad. Con el Auditorio de la Mutua lleno, la sesión de este lunes, llamada "La respuesta al siguiente paso del nacionalismo", fue moderada por María San Gil y contó con las intervenciones de José Ramón Bauzá, Isabel Bonig, Rosa Díez, José María Fidalgo y Juan Carlos Girauta.
Al evento asistieron excargos del PP como Esperanza Aguirre, Jaime Mayor Oreja y María San Gil. Esta última moderó y presentó el evento: "El nacionalismo tiene clarísimo cuál es su hoja de ruta". "Cataluña está siendo protagonista, pero en cualquier momento vendrá el País Vasco, Baleares o Valencia", vaticinó.
El primero en parlamentar fue el expresidente de Baleares y actual senador del PP, José Ramón Bauzá. Con un discurso profesional –de farmacéutico-, señaló que "el síntoma característico de cualquier nacionalismo es la falta de libertad. Unos pocos deciden lo que tiene que hacer la mayoría". Apuntó que la educación es "la piedra angular que ejercen los nacionalistas para todos sus proyectos", "la maquinita de fabricar, con el tiempo, futuros nacionalistas" y alertó contra el "nacionalismo moderado": "No es más que el punto de inicio de un nacionalismo exacerbado que luego llega a una serie de connotaciones que no aceptan dar marcha atrás".
Le siguió la presidenta del PP de la Comunidad Valenciana, Isabel Bonig, quien dijo que "el problema radica en la actitud frente al nacionalismo": "Creo que el error de los demócratas está en cómo nos hemos enfrentado al fenómeno nacionalista. Bien por comodidad o por concesiones, hemos creído que los nacionalistas aceptarían el orden institucional, la igualdad… y no, ese es el gran error". La líder de la oposición en Valencia apostó por combatir al nacionalismo y no darle "ni una sola concesión: su fin es la ruptura de España".
Bonig cree que los nacionalistas continuarán con su misión pidiendo "diálogo" y "una reforma de la Constitución bajo el pretexto de que los territorios, Cataluña, la Comunidad Valenciana, se sientan identificados". "Y ahí está el peligro. Los constitucionalistas que creemos en la unidad nacional tendremos que decir ‘basta’", concluyó.
"Vecina de Euskadi; ciudadana de España"
Especialmente aplaudida fue la intervención de la exlíder de UPyD. Rosa Díez comenzó afirmando que "hoy, ser español es revolucionario, y proclamarlo, arriesgado: si lo dices, te llaman facha". La exdiputada dijo que "la forma de superar al nacionalismo es hablar de la nación española. Eso nos ha faltado en España: alguien que reivindique España, que hable de la idea de España. No hemos defendido a la nación". "Yo soy vecina de Euskadi; ciudadana de España", añadió. Y el auditorio rompió a aplaudir.
Según Díez, "el problema de España es que parece que no hay españoles. Hay gallegos, vascos, madrileños, catalanes… Ese es el verdadero problema que tenemos para enfrentarnos a los nacionalistas. En Cataluña, Valencia, País Vasco… hay dos naciones: por un lado, la de los nacionalistas, con su mito que les vertebra; en torno a la nación española, no se une nadie".
La fundadora de UPyD reivindicó la nación como "instrumento para garantizar la igualdad; no es el mapa. En España hemos aplaudido tanto la diversidad que se nos ha olvidado que es una riqueza cuando está garantizada la unidad, porque la unidad es lo que garantiza la igualdad. Nos hemos descuidado".
"¿Tiene arreglo? Claro que sí. Ahora, tenemos que hacer cosas distintas. Por ejemplo, mejorar la Constitución a pesar de los nacionalistas, no para darles alguna satisfacción complementaria. Hay que cambiar la Constitución para que la Educación sea competencia del Estado, porque ahí está la madre del cordero", agregó.
Los 'centraos' de Estremera
Por su parte, el ex secretario general de CCOO, José María Fidalgo, dijo que al nacionalismo le trata con "mucho respeto" porque ha ganado batallas "a ideologías tan duras, tan consolidadas, tan poderosas como el comunismo soviético". Se declaró "profundamente antinacionalista": "Debe ser porque amanecí en política en la izquierda. Soy antinacionalista por esencia, no les puedo ver. Me parece que son arcaicos".
Fidalgo apuntó que "el proyecto nacionalista no puede convivir con el proyecto de España, y el proyecto de España es muy débil porque no hemos sido capaces de fabricar españoles" y remarcó que "es necesaria la izquierda para ganar esta batalla": "A los españoles hay que darles algo más que reconocimiento. La izquierda moderna sólo habla de reconocimientos: a los mujeres, a los LGTB… pero hacen falta derechos sustantivos. La derecha tiene que tener cuidado con una cosa: una cosa es fabricar gente de derechas y decir "vamos a engordar", y otra, fabricar españoles".
Finalmente, el portavoz de Cs en el Congreso de los Diputados, Juan Carlos Girauta, dijo que en su partido "sabemos lo que es pasar la travesía del desierto" y destacó cómo "esta formación, doce años después de su fundación, ha ganado las elecciones en Cataluña. Con lo cual, yo, más allá de las circunstancias, no soy pesimista. Es más: los políticos no nos podemos permitir el pesimismo. Otra cosa es que uno tiene que ser realista. Yo nunca había visto al nacionalismo catalán en toda la historia democrática de España. Y ahora retrocede y mucho".
El diputado centrista alabó el discurso de Felipe VI: "Sin esa claridad, que no dejaba ni una brecha a la tergiversación por parte de los profesionales de la tergiversación, que son los nacionalistas, el día 8 hubo una manifestación en Barcelona como yo no había visto nunca. Un millón de catalanes salimos a las calles con banderas catalanas, españolas y europeas". Y se refirió a la televisión autonómica catalana: "¿Cómo va a ser TV3 mi televisión si es una máquina de propaganda separatista que se dedica a cultivar el odio a España todas las horas del día?".
"El nacionalismo catalán –prosiguió-, que había engañado como chinos a muchos madrileños, resulta que a la que usted rasca un poquito, era un grupo de supremacistas, xenófobos, antieuropeístas, que se han abrazado a la peor extrema derecha de Europa, y que apuestan contra el proyecto europeo. Además, están dispuestos a dar un golpe contra la Constitución como han hecho". Para rematar, pullita a la vicepresidenta: "Estos son los centraos. Este que está en Estremera hablaba todos los días con Soraya Sáenz de Santamaría".
Girauta concluyó afirmando que "no hay esperanza con los nacionalistas" y pidió a PP y PSOE que "no vuelvan a cometer un error como darle un grupo propio a Convergencia, meter a ERC y a Convergencia en la comisión de secretos oficiales… A ver si abren los ojos".