Los independentistas siguen siendo mayoría en Cataluña. Así ha quedado reflejado en los resultados electorales de las elecciones autonómicas celebradas este jueves en la región, donde las tres candidaturas que apostaban abiertamente por la independencia (Juntos por Cataluña, ERC y CUP) han sumado algo más de dos millones de votos (2.050.955 sufragios con el 99,12 por ciento escrutado).
La suma de este bloque ha conseguido 50.000 votos más que en las elecciones de 2015. A diferencia de en aquella ocasión, ERC y el PDeCAT no han concurrido en una lista común, pese a lo que han conseguido por separado más votos que los que entonces consiguieron yendo de la mano. La gran damnificada en el sector independentista ha sido la CUP, que consigue mantenerse en el Parlamento y garantizar la mayoría absoluta de los que apuestan por la república catalana.
El bloque constitucionalista ha conseguido llegar a 1,87 millones de votos (con el 99,12 por ciento escrutado), pese a la importante subida de votos que ha tenido Ciudadanos, ya que en su amplia mayoría han venido desde las filas del PP, además del tímido ascenso del PSC. En total, los independentistas han conseguido cerca de 200.000 votos más que los constitucionalistas, una distancia que, eso sí, se ha visto reducida casi a la mitad respecto a los resultados de 2015 –entonces fue de 350.000 sufragios–.
A medio camino entre ambos bloques, en una situación complicada, se encuentra la candidatura Catalunya en Comú, la coalición de Pablo Iglesias y Ada Colau, que ha visto disminuir ligeramente sus apoyos electorales, perdiendo unos 50.000 sufragios.