La candidatura de Carles Puigdemont radicaliza su discurso para no desfondarse en la recta final de la campaña. Las encuestas desinflan las opciones de Junts per Catalunya. ERC vuelve a liderar el frente separatista. La consigna posconvergente es la de volver a la república del 27 de octubre para el arreón final. Puigdemont y sus exconsejeros pretenden la restitución pura y dura del gobierno cesado y el archivo de todas las actuaciones judiciales. El expresidente desliza que se plantea volver en caso de ser el candidato más votado. El "legitismo" de la lista de Puigdemont fuerza el relato de sus candidatos, de vuelta en la desobediencia y el espíritu insurreccional.
Los exconsejeros excarcelados del PDeCAT explotan el paso por la prisión de Estremera, presumen de dignidad y han recuperado el argumentario previo a su encarcelamiento. El acatamiento expreso del 155 ha dado paso al "orgullo" republicano. Rull yTurull manifiestan sentirse "vigilados" y "coartados", lo que no es óbice para que muestren afán reincidente. Rull afirmó anoche en un mitin en Tarrasa, su localidad natal, que volvería a actuar de la misma manera porque, a su juicio, lo que les ha llevado a prisión ha sido aplicar un mandato democrático. Turull, por su parte, ha adoptado el verbo persistir como muletilla de todas sus intervenciones. Mucho más prudentes se muestran, en cambio, los excarcelados republicanos Dolors Bassa y Carles Mundó.
Los "posconvergentes" de Puigdemont lideran el argumentario del frente separatista, pero los sondeos vuelven a ser favorables a ERC, a pesar de la falta de la clamorosa falta de discurso de los republicanos. Con ese cuadro, Junts per Catalunya sigue en el monte y en el "exilio". Piden el voto a los electores de Junqueras no para que este salga de la cárcel sino para que Puigdemont pueda regresar en loor de multitudes y planteando al Estado un órdago simbólico definitivo.
ERC vuelve a tener el viento de cola, pero las decepcionantes cualidades de Marta Rovira alimentan las expectativas de Puigdemont y sus exconsejeros, empeñados en el callejón sin salida de la república del 27 de octubre y la desconexión del Estado.