"Arrimadas acaricia la victoria y amenaza la mayoría separatista", de El Mundo. Que la acaricie mucho, para lo que le va a durar. Dice el editorial que nada, que no hay manera, que las encuestas no se mueven. "Nada ha roto la foto fija de dos bloques casi simétricos que parecen abocar a Cataluña al bloqueo político". Y luego dicen que no son España. A los indepes les da igual que les engañen, les traicionen, les mientan, nada, ellos como borreguitos. "Si el 21-D no sirve para desmovilizar al electorado nacionalista ni para favorecer el trasvase de votos de éste a las fuerzas constitucionalistas, la modalidad exprés del 155 dejará un amargo sabor a fracaso". Estamos como al principio. Si ayer era Arcadi quien atizaba a El País por el tratamiento del asesinato de Laínez, hoy los palos le vienen de Federico Jiménez Losantos. "Es difícil tergiversar tantos hechos en tan pocas líneas. Se oculta y desprecia el nombre del muerto; se elude y protege el de su asesino. Y los únicos datos sobre ese odio político que enciende las alarmas, nos remiten a Pinochet, cuyo espíritu se habría manifestado en Zaragoza, pero en vez matar a un rojo, mató a un nacional". Aunque la nota más nauseabunda en este asunto la pone como siempre Podemos, ese partido que votaron cinco millones de compatriotas, muchos de ellos en un momento de enajenación mental transitoria, me consta, pero que nos han metido este peligro en las instituciones. "El primer edil de Zaragoza", el podemita Santiesteve, "el único cargo que no aplaudió tras el silencio". Pues a ver, es amigo del asesino, todo muy supuesto.
En una coincidencia pasmosa, El País dice que "el bloque de la Constitución acaricia el triunfo en Cataluña". Pero leñe, ¿por qué les ha dado a todos por las caricias? ¿Será la cercanía navideña? La foto es un misterio. Póster de Soraya que no pinta nada en la actualidad de este viernes. El periódico de Prisa sigue sin atreverse a llamar por su nombre a la víctima de la violencia de la extrema izquierda ni a su asesino (presunto). "El agresor de Zaragoza pateó a su víctima moribunda". Y si ayer se fijaba mucho en el abuelo, hoy resalta "la versión del agresor". El País, con Podemos, abogado defensor del asesino (muy presunto). Con esa manía de editorializar sobre hechos 48 horas después de que se produzcan, hoy critica el "traspiés de Iceta " con los indultos. "El PSOE debe oponerse al indulto por respeto a la justicia y a sus votantes". "Es un ataque en toda regla a los esfuerzos del Estado por restituir la normalidad y el respeto a la leyes que el procés hizo saltar por los aires". Suponemos que este editorial tardío y el fotón de Santamaría están íntimamente relacionados.
ABC: "Arrimadas ganaría las elecciones en votos y escaños". Sin caricias para nadie. "El resultado de la encuesta confirma que por primera vez en mucho tiempo el constitucionalismo está en condiciones de doblar el pulso al separatismo en Cataluña". Hughes hace un interesante análisis del asesinato de Laínez. Dice que "sería irresponsable" pensar que "los españoles sacan su bandera y a las semanas ya hay un muerto". Pues chico, será todo lo irresponsable que quieras, pero es lo que ha pasado. "Los que alertaron sobre el peligro en Cataluña acertaban, y alertan ahora sobre la creación de unas redes de extremismo camuflado de antifascismo (lo que legitima su violencia) con penetración institucional y mediática". Hermann Tertsch denuncia que en "la extrema izquierda es donde están los auténticos inductores" del asesinato de Laínez. "Los jóvenes que ayer llenaban las redes de aplausos al asesinato y disfrutan fantaseando con ejecuciones sólo imitan a todos estos cargos públicos de Podemos que ya han borrado sus miles de tuits con alusiones a la muerte del adversario político. Zapatero y su hijo de guerra, Podemos, nos trajeron hasta aquí. La sangre de Laínez les salpica a ellos como a todo el frente mediático que no ha hecho otra cosa que un gran negocio de agitar contra España, desacreditar sus instituciones y símbolos y ayudar a la extrema izquierda y al separatismo a crear condiciones para 'ganar ahora la guerra' (…) Así surge ahora este odio desbocado que puede hacer de la muerte de Laínez un terrible augurio". Como dice Gistau "el crimen de Zaragoza lo cometió su autor y nadie más. De la atmósfera hay más culpables". La caza del facha ha comenzado. Pero hay que ser optimistas. Lo mismo esta cacería acaba con Podemos, el cazador cazado.
La Razón concluye: "Un parlament ingobernable". "Dos Cataluñas y Colau de árbitro". Pues estamos apañados. Mientras nuestros queridos cinco millones de conciudadanos arrepentidos no tengan la oportunidad de ir a las urnas a corregir el follón en el que nos han metido no habrá solución. También José María Marco señala a Podemos como "caldo de cultivo sistemático, que se ha traducido en multitud de otros hechos violentos de gravedad inferior, sin duda, pero significativos, desde escraches, persecuciones, consignas e incitación a la violencia". Además, en España se da un fenómeno curioso que no se da en ningún otro país. Su bandera es "objeto de persecuciones y de odio". Esa bandera que "produce asco" a Pablo Iglesias con su "cutre pachanga fachosa" sustituida ahora por la canción protesta de Manolo Escobar.
La Vanguardia está "esperando a Puigdemont". Pues que se siente el señor Godó. Al muerto, como está en el lado equivocado del procés, ni caso. Eso sí, la fanática Pilar Rahola, llora –mira que son lloricas los separatas– por los presos y sus familias. "Esa Navidad habrá cuatro buenas personas, demócratas de pura cepa, gente de ideales nobles, que no lo pasarán con su familia". Ayyyyyy, qué penita, madre. Pues Laínez, que no se pasó la ley por el forro, que no dio un golpe de Estado, lo pasará en el cementerio y su familia llorando con razón. Por culpa de esta escalada de odio impulsada por el nacional-podemismo.