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Las historias del talego de los exconsejeros

Los excarcelados explotan su paso por la cárcel, se quejan del rancho y renuevan su juramento de fidelidad a la causa separatista.

Los excarcelados explotan su paso por la cárcel, se quejan del rancho y renuevan su juramento de fidelidad a la causa separatista.

"Pero si sois normales". Las pinceladas de Josep Rull, Jordi Turull y Carles Mundó sobre su paso por la cárcel esbozan un sistema penitenciario impecable, con una población reclusa de una gran humanidad, sensible incluso al tema catalán y sorprendida por el encarcelamiento de los exconsejeros de la Generalidad, gente "normal" unos y otros. Rull y Turull no paran de atender a los medios y protagonizan los primeros compases de la campaña con anécdotas y chascarrillos talegueros. Que si un café cuesta 23 céntimos, que dentro de la cárcel no se roba porque pringa todo el módulo, que si Rull plantó cara al pin-pon a un avezado tenista de mesa vietnamita y que si se mete la camisa bien extendida bajo el colchón, al día siguiente está planchada.

Los exconsejeros sólo apuntan dos peros: el traslado esposados y que un funcionario de Prisiones le dijo a Rull que ya se les había acabado el cuento. Por lo demás, trato exquisito de los servidores del Estado y escenas de confraternización con penados por espantosos crímenes. Eso sí, la comida muy mala, fatal, "flatulenta", dice Rull. El primer día, se lamenta, le sirvieron una hamburguesa tan quemada que rompió un tenedor. Muchos fritos y todo con un sabor parecido, añade Carles Mundó, que se dio a los bocadillos de atún de lata.

Abrazos y aplausos

Cuentan que desde el primer día se integraron en la vida penitenciaria, que se apuntaron a un curso de francés que "era como de Berlanga", que también hacían "fitness". Cuando los reclusos se enteraron de que Mundó era abogado, no paraban de hacerle consultas, ha comentado el exconsejero de Justicia y cuya salida de la cárcel ha precipitado un debate en ERC en torno a su idoneidad como sustituto de Oriol Junqueras en detrimento de Marta Rovira. Turull comenta también la excelente despedida que les dispensaron los reclusos. "Nos aplaudieron y nos abrazaron, pese a lo que se dice de los políticos; reconforta mucho", concluye.

Para despejar cualquier atisbo de duda, los excarcelados censuran con severidad del 155, se reafirman en sus anhelos políticos y prometen sacar a sus compañeros de la cárcel. Turull enardece a sus afines al afirmar que las cuatro barras de la senyera representan a los presos Junqueras, Joaquim Forn, Jordi Sànchez y Jordi Cuixart.

Los excarcelados han irrumpido en campaña. ERC y Junts per Catalunya empatan. Mundó y Montserrat Bassa protagonizan los mítines republicanos. Rull y Turull van de la mano en los de la candidatura de Puigdemont. Meritxell Borràs no va en las listas y no se ha dejado ver en ningún acto de campaña. Tampoco Raül Romeva, de momento, aunque el "exministro" de Exteriores figura en las listas de ERC.

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