La corrupción en Andalucía es como un callo, que es como se llama en el sur español a algo muy feo, que no cesa. Este miércoles se conoció la petición de pena para el exconsejero de Educación, Cultura y Deporte del gobierno de Susana Díaz, Luciano Alonso, y sorprendió a muchos el comportamiento del presidente del Parlamento andaluz, el socialista cordobés, Pablo Durán, que ha contratado a la empresa de su sobrino para trabajos de la Cámara.
Luciano Alonso ya fue juzgado el pasado mes de enero por el Tribunal Supremo por haber colocado a tres afines en la órbita de su consejería. El alto tribunal le absolvió del delito de prevaricación, pero recomendó que fuese juzgado de nuevo por el delito de falsedad continuada en documento público. Es lo que aconteció este miércoles bajo la presidencia de Lorenzo del Río, presidente, además, del Tribunal Superior de la Junta de Andalucía y persona muy cercana al gobierno de Andalucía.
Cuenta El Mundo que hubo tensiones evidentes entre el presidente de la Sala y la Fiscalía, que argumentó la existencia de un presunto delito de falsedad continuada en documento público, por los nombramientos de Luis Guerrero como director del Centro Andaluz del Flamenco (CAF) y de Alejandro Cárdenas y María Centeno al frente de la Filmoteca de Andalucía.
El meollo de la cuestión no es sólo la "colocación" de estos afines, sino que durante el tiempo que permanecieron en la Consejería que dirigía Alonso ejercieron trabajos diferentes a los que debían y por los que fueron contratados entre 2012 y 2015 e incluso, ni siquiera estuvieron presentes en los puestos donde debían oficialmente estar. Por ello, se pidió al exconsejero de Susana Díaz cinco años de prisión y de inhabilitación y 12.000 euros de multa.
La defensa del acusado subrayó lo absurdo de la imputación e insistió en que no hubo amiguismo porque Alonso no intervino en el proceso de nombramiento de los afines además de reafirmar que no ocupaba en detalle de los procedimientos administrativos de contratación. Recordó, además, que según el Tribunal Supremo no se podían alterar los hechos comprobados.
La Fiscalía hizo hincapié en la existencia de "un fraude deliberado": uno de los beneficiados, Luis Guerrero, actuó como asesor de la Consejería de Cultura en Málaga lo cual hace poco creíble que el consejero no supiera nada. Pero es que, y es más grave aún, los otros dos beneficiados fueron nombrados directores de la Filmoteca de Andalucía sin que ninguno de ellos ejerciera el cargo dando la sensación de que puede hacerse cualquier cosa para colocar a los afines.
El presidente del Parlamento enchufa a su sobrino
Se creía que lo había hecho con motivo de una campaña sobre la conmemoración del día 4 de diciembre de 1977, fecha emblemática para la política oficial de la Junta y muy oportuna en estos momentos históricos. Pero no. Ha aparecido otros vínculos empresariales.
La campaña sobre el 4-D le ha sido encargada por la presidencia del Parlamento que dirige Juan Pablo Durán a la empresa El Cañonazo Transmedia, con sede en Madrid. En ella, se ha desvelado, trabaja su sobrino de Durán, Alejandro –Álex– Fernández Durán en calidad de community manager que combina su tarea empresarial con la secretaría de redes sociales de las Juventudes Socialistas de Córdoba.
ABC subraya que Fernández Durán es hijo de Inmaculada Durán, hermana de Juan Pablo Durán, socialista cordobesa que ha tenido una gran influencia en el PSOE de Córdoba, habiendo llegado a ser directora general de la Junta y portavoz socialista del Ayuntamiento de Córdoba. Incluso ha sido gerente del PSOE provincial.
Por lo visto, el gabinete del presidente tiene en estudio ampliar su contrato para que alcance la celebración institucional del 28 de febrero, día de Andalucía. Y sed ha sabido, además, que la empresa del sobrino del presidente fue autorizada hace dos meses para grabar imágenes en sede parlamentaria, imágenes con las que luego, previa realización propia, presentaron la propuesta de contratación.
Según Mercedes Pastor, jefa de comunicación de la Presidencia del Parlamento y hermana a su vez de Ana Pastor, la periodista de la Sexta TV, el contrato es de poca cuantía, unos 14.000 euros, y no tiene nada que ver con los lazos de familia sino con la profesionalidad de la empresa.
Díaz sí que conocía a 'Spiriman'
Contábamos este miércoles que, ante la pregunta de ABC sobre el acoso de la Junta a Jesús Candel, Spiriman, el combativo médico granadino que ha llenado las calles andaluzas de protestas contra la sanidad pública andaluza, la presidenta andaluza dijo no conocer al "sanitario". Sus palabras exactas fueron: "Respecto a un sanitario, como usted comprenderá, yo no estoy al corriente de cada uno de los profesionales, no sé si usted tiene más información que yo, pues si la tiene me imagino que podrá compartirla con todos".
Pero los archivos del Parlamento andaluz le han jugado la mala pasada que demostrar que o no dijo la verdad o tiene una memoria muy frágil. En el Diario de Sesiones número 99 del pasado 26 de octubre, Susana Díaz le espetó a Juan Manuel Moreno, presidente del PP andaluz, lo que sigue: "Que usted les da carta de naturaleza en esas manifestaciones a quien ataca a taxistas, a periodistas, a profesionales, a quien insulta, a quien lleva querellas a los tribunales que, después, quedan en nada". No podía referirse más que a Spiriman, al que se acusa desde ámbitos cercanos a la Junta de todo eso.
Y además añadió que las manifestaciones convocadas por la asociación que encabeza Spiriman la habían hecho rectificar. "Yo rectifiqué como presidenta cuando los ciudadanos no comprenden una decisión, y salen a la calle como salieron en Granada, porque no estaban de acuerdo con la fusión hospitalaria", certificó mostrando que es imposible que no conozca a Spiriman. O sea.