La productora y presidenta de la Academia de Cine Catalán Isona Passola es la voz del proceso separatista en el gremio catalán del cine, todo un referente de compromiso con la causa. Distinguida con la Cruz de San Jorge (la misma que ha devuelto Rosa Maria Sardà), forma parte del círculo de Cadaqués de Pilar Rahola, musa de Mas y anfitriona de la paella de Puigdemont y Trapero. Siempre en primera línea de las movilizaciones, al lado o detrás de los políticos, Passola protagoniza el último ejemplo de supremacismo catalanista. Ocurrió durante la manifestación para pedir la libertad de los Jordis (Sànchez y Cuixart) y los ex miembros del gobierno catalán encarcelados del pasado 11 de noviembre.
Al término del acto, Passola dejó volar su imaginación y declaró ufana: "No se puede encarcelar a los pájaros libres. Volareis, volaremos. Y nos apartaremos de toda esta miseria mental, social, política y cultural que es el Estado español. Y por eso estamos aquí. Hoy veníamos a pedir la libertad de ellos, pero después de la aplicación del 155 hemos venido básicamente a expresar democracia".
Autora del documental L'Endemà (El mañana) –en el que una mujer que representa a Cataluña es víctima de un marido machista y violento que encarna España–, Passola fue la beneficiaria de dos subvenciones por un importe total de millón y medio de euros para producir la película sobre la Guerra Civil Incerta Glòria, adaptación de la novela de Joan Sales.
A Passola no le supone ningún problema recibir tan generosas subvenciones por parte de la "miseria mental, social, política y cultural que es el Estado español". De hecho, cuando se confirmaron los anteriores pagos, más de medio millón de euros por parte del Ministerio de Cultura y 800.000 a cargo de TVE por los derechos de emisión del filme, la afortunada cineasta declaró: "No oculto nunca como pienso respecto a Cataluña y España, pero tanto en el ministerio como en TVE me consideran de la casa".
Una casa muy generosa dentro de un Estado de "miseria" en todos los órdenes, pero que ha sufragado con cientos de miles de euros a Passola. Sin embargo, también se queja de la aplicación del artículo 155 pese de sus excelentes contactos en Cultura y TVE.
Passola rivaliza en desprecio a España con la penúltima expresidenta del Parlament, Núria de Gispert, que tras recomendar a Inés Arrimadas que se vaya a Cádiz si no le gusta el proceso, ha desvelado el colegio donde estudia la hija de Albert Rivera.