Los empresarios catalanes recibieron a Mariano Rajoy temerosos de que la situación no acabe de encauzarse. Joaquim Gay de Montellá, el presidente de Foment del Treball, solicitó "un plan de choque" para frenar las consecuencias del golpe separatista y "medidas que incentiven" la vuelta de las entidades que ya se han marchado. "Hemos sido capaces de reaccionar a tiempo", afirmó minutos después el jefe del Ejecutivo, que se declaró "optimista". La situación, proclamó, "ya se va encauzando".
Gay de Montellá llegó a pedir proyectos de impacto para Cataluña y Barcelona como el de los Juegos Olímpicos de 1992. Y, como suele ser habitual por parte del empresariado catalán, llamó a reconstruir las relaciones institucionales desde "la lealtad mutua, el diálogo constructivo y la confianza". "No hay otro camino que el diálogo, la negociación y el pacto", añadió. "Han sido muchos los errores de todos", precisó Juan Rosell, el presidente de la CEOE. "No construyamos edificios sin planos", exigió a los independentistas.
Rajoy regresó a Barcelona para participar en el acto de entrega de las medallas de honor y los premios Carles Ferrer Salat que concede la patronal catalana Foment del Treball. Importantísimos empresarios, algunos de ellos muy preocupados, abarrotaron la sala. También asistieron al acto Santi Vila o Josep Antoni Duran Lleida. "Hemos devuelto la normalidad al ciudadano y estamos empeñados en devolver la normalidad a la vida económica", destacó el presidente.
En su discurso, que cosechó el aplauso del auditorio, Rajoy reivindicó su "proporcionalidad y mesura" en la aplicación del artículo 155. "Nunca quisimos llegar a estos extremos", aclaró, pero había que abrir "un nuevo horizonte para Cataluña" en el marco de la legalidad. Y pidió un esfuerzo a los empresarios para "restaurar" la confianza. "No saquéis más empresas de Cataluña", reclamó.
Tras los comicios del 21 de diciembre, garantizó su disposición a hablar con los nuevos responsables autonómicos, pero avisó de que exigirá que respeten el marco fijado por la Constitución y las leyes. Una advertencia que, por la mañana, ya hizo en la sesión de control al Gobierno. "Soy optimista. Confío en la capacidad de los catalanes para encabezar una profunda rectificación de la deriva que hemos visto", enfatizó. Y se comprometió: "Les aseguro que a los catalanes no les faltará el apoyo del Gobierno de España ni ahora ni nunca".