Entrevista en TV3 el pasado 16 de septiembre, la número dos de la candidatura de Cataluña en Comú para las elecciones del 21 de diciembre, Elisenda Alamany, lo dejaba muy claro: "Soy independentista" (a partir del minuto 10).
Alamany, que también es portavoz del partido de Ada Colau, concedía una entrevista a la televisión autonómica catalana a dos semanas del referéndum ilegal del 1 de octubre. En primer lugar, la número dos de la lista de Cataluña en Comú por Barcelona tomaba la palabra como representante de esa formación y aseguraba que "nosotros saldremos a defender la democracia y no participaremos en la campaña oficial del sí o del no".
Pero justo después, cuando le preguntaron por su opinión personal, sentenció: "Es sabido para todo el mundo que soy independentista". Alamany además se refería a la consulta del 1 de octubre: "Voy a ir a votar" y su apuesta, según explicó, era el "sí".
Sorpresa
Pero parece ser que en sus socios de Podemos no era vox populi este posicionamiento de la catalana. Sorprendidos han preferido no hacer valoraciones sobre el tema.
A dos semanas del inicio de la campaña para las elecciones catalanas del 21 de diciembre, Podemos no se encuentra en su mejor momento. Entre otras cosas por declaraciones como las de Alamany, que evidencian su complicidad con el separatismo.
En la formación morada se afanan por repetir que no son independentistas. Pablo Iglesias incluso llegó a enviar una carta a sus bases en la que explicaba que estaban "tanto en contra de la DUI como del 155".
Este mismo jueves, el líder de Podemos hablaba de los pactos postelectorales y dejaba la puerta abierta a un pacto con los separatistas de ERC. Eso sí, les pedía que "reconociesen que el unilateralismo no era legítimo y, además, no tenía ningún sentido, y que se pueden explorar fórmulas para gobernar en Cataluña, fórmulas democráticas y legales para pensar en un Gobierno entre progresistas y para pensar también en el cambio político en España".
Pero se ve que algunos miembros de la candidatura con la que acudirán al 21-D no piensan lo mismo que dice Pablo Iglesias. Un nuevo disgusto para el secretario general de Podemos al que hay que sumar las desavenencias internas tras la purga de su líder catalán, Albano Dante Fachín, y el descalabro en las últimas encuestas.