No consiguió escaño como diputado en las elecciones del 20 de diciembre de 2015, tampoco en los comicios del 26 de junio de 2016, a pesar de que Pablo Iglesias lo había colocado a dedo como número uno por Almería. Pero ahora, parece que el ex-JEMAD, Julio Rodríguez podría haber encontrado finalmente su hueco en Podemos.
Iglesias le quiere como líder del partido en la ciudad de Madrid. Si logra vencer en las primarias de la formación morada que se celebran en diciembre, sustituiría al actual secretario general de Podemos en la capital, Jesús Montero, que ya ha anunciado que no se presentará a la reelección.
Eso sí, Rodríguez no sería el futuro candidato a alcalde de la capital como se rumoreó hace unos meses ya que Manuela Carmena está dispuesta a repetir. Sí que entraría en las opciones de Iglesias que formase parte de la lista al consistorio aunque él todavía tiene que aceptar.
El 'errejonismo'
El ex-JEMAD es la apuesta del líder de Podemos pero podría no ser la única. Los errejonistas aún no han decidido si presentarán o no su propia lista.Los que sí que parecen convencidos de ir por su cuenta son los anticapitalistas del partido.
No será hasta el 23 de noviembre cuando se conozcan las candidaturas definitivas que se pueden presentar hasta el día 18 de este mes. Se celebrarán primarias, los inscritos votarán entre el 8 y el 14 de diciembre y el día 15 se anunciará al secretario general de la Comunidad de Madrid.
Dos intentos fracasados
Desde la dirección morada esperan que a la tercera vaya la vencida ya que la hoja de servicios del ex-JEMAD en Podemos deja mucho que desear. Rodríguez fue como número dos por Zaragoza el pasado 20 de diciembre de 2015 y no consiguió entrar en el Congreso de los Diputados, lo que fue toda una decepción.
Para que esto no se repitiese, en los comicios del 26 de junio Iglesias lo colocó a dedo como número uno por Almería. Pensaban que era un puesto asegurado para lograr el escaño pero, finalmente, el diputado por esa provincia andaluza se perdió. Así las cosas, aunque lo intentaron dos veces, no lograron que Rodríguez consiguiera su ansiado despacho en la Cámara Baja.