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Puigdemont desata la 'guerra' entre España y Bélgica y prepara la ruptura de la UE

La prensa está ya en campaña mientras Puigdemont le hace la pascua a Bélgica.

La prensa está ya en campaña mientras Puigdemont le hace la pascua a Bélgica.
Puigdemont en Bélgica. | Imagen de TV

El Mundo dice "el juez deja libre a Puigdemont después de pactar su entrega". Dice Federico Jiménez Losantos que el Gobierno busca un "pujolet 3.0" y "Santi Villa es el que mejor da el perfil" para pactar la famosa Reforma Constitucional, la "deconstitución de España" . "Era un separatista desorejado que hace dos meses, megáfono en mano, se decía dispuesto a perder la vida, la libertad, el patrimonio o lo que fuera por la independencia de Catalun-¡ya! Y ahí lo tienes ahora: pagando su fianza tan formal, saludando con una sonrisa a los guardias de la puerta de cárcel, con la barba recortadita, casado ¡y además gay!", todo muy moderno, para que luego digan. El editorial dice que Puchi el forajido trata de liderar una lista única de separatistas "que cada día se antoja más complicado de pactar". "La unidad del independentismo es más relativa de lo que exhiben". Pues al final siempre se ponen de acuerdo. ¿Y qué dice Rajoy? Pues el presidente en su mundo, cree que "las elecciones supondrán un punto de inflexión que marcará el retorno de Cataluña a la estabilidad". Y es que el señor de Pontevedra confía en que los catalanes "valorarán los graves riesgos a los que les ha expuesto el independentismo y juzgarán adecuadamente todo lo sucedido". De dónde se saca Rajoy esa teoría es un misterio.

El País dice que "Puigdemont y los exconsejeros huidos se entregan en Bélgica". Ni en domingo descansan. El editorial da vueltas a la dichosa reforma constitucional. Dice que es para "modernizar España". Que tiene que ser "más o menos ambiciosa en cuanto a su alcance temático". ¿Creían ustedes que la reforma era para encajar a Cataluña en España? Pues no. Resulta que su principal objetivo es "facilitar la mejora de las políticas públicas". Como les cuento. En cuanto a la "cuestión territorial, "es parte cabal de la necesidad de reforma y uno de sus principales acicates. Pero no el único. Las aspiraciones de muchos a un mayor y mejor autogobierno también hallarán vehículo eficaz en la medida en que el gobierno de todos sea mejor y funcione la coordinación de las distintas administraciones (…) Un punto de partida debiera ser la constatación de que el nivel de descentralización alcanzado es alto; pero el grado de corresponsabilización, desigual; y el de su financiación , deficiente. Otro, que los mecanismos de fragua de la lealtad federal son débiles o más aparentes que reales". ¿Les ha quedado claro? Pues a mí tampoco. Que vuelva ya el editorialista del viernes pasado.

ABC: "Libertad vigilada para Puigdemont en Bélgica". El editorial le devuelve el puñetazo a Bélgica, el país ideal "para cualquier prófugo que ataque a España. Se trata de un país instalado en una fractura nacional permanente y lastrado por el separatismo flamenco, del que depende el actual gobierno de Bruselas (…) Frente a los ataques a la calidad de la justicia española no hay más que cerrar filas con nuestros jueces y fiscales". ¿Cerrar filas? ¿En España? Carrascal alerta: Puchi "puede hacer caer al Gobierno belga", es "una bomba de relojería que amenaza incluso el proyecto europeo". Un tío de Gerona se carga un continente y España tan pichi. No, si al final va a pasar la Historia.

La Razón hace su particular lectura y dice que Puigdemont está "atrapado en Bélgica". Pues se le ve encantado, al calorcito del gobierno belga. Marhuenda atiza al "xenófobo ministro del Interior, Jan Jambon, que da por válida" la canción de los presos políticos. "No se pueden quedar sin respuesta los insultos a la democracia española y a la independencia de sus jueces. Bruselas debe disculparse o atenerse a las consecuencias de su deslealtad hacia un país socio". Uy, estará temblando. A estas horas no se conoce ninguna reacción del gobierno español.

En La Vanguardia viven dos almas. La del fanático Francesc-Marc Alvaro, que se pone muy dramático con la prisión de los golpistas y amenaza al PSOE. "Iceta y Sánchez han dado un tiro de muerte a unas siglas que ya estaban muy tocadas". Y esto lo dice el día después de que su periódico publicara una encuesta que da una subida importante en intención de voto. ¿Pretende desacreditar a su propio medio? El otro alma es de Joaquín Luna, que sentencia "se nos ha ido la olla". Un ejemplo más de la fractura de Cataluña. ¿Se saludarán estos dos cuando se crucen por la redacción?

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