El expresidente catalán fugado, Carles Puigdemont, y los exconsejeros Antoni Comín, Clara Ponsatí, Lluís Puig y Meritxell Serret se entregaron voluntariamente en la sede de la policía federal belga. Los cinco se han presentado acompañados de sus abogados en la sede policial de la Rue Royal número 202 de Bruselas y no ante la Fiscalía de la capital, donde los esperaban los medios de comunicación. Se presentaron a las 9:17 horas de este domingo y fueron detenidos diez minutos más tarde.
Después de tomarles declaración a lo largo de la tarde, el juez ha decretado libertad con leves medidas cautelares para los cinco. Este juez no entra el fondo de la cuestión, que es la extradición, sino que debía decidir si Puigdemont y los exconsjeros entraban o no en prisión provisional, a la espera de que otro tribunal decida sobre la euro orden detención dictada por la juez de la Audiencia Nacional, Carmen Lamela.
Este tribunal tiene 15 días para tomar una primera decisión, pero las partes podrán presentar alegaciones por lo que se estima que el proceso se podría dilatar hasta dos o tres meses.
Con su entrega voluntaria, los acusados evitan la imagen pública de su detención. Fuentes de la Fiscalía de Bruselas señalaban esta mañana que no había necesidad que fuesen esposados "si no presentan resistencia ni riesgo de fuga".
Puigdemont y los otro cuatro han estado detenidos cerca de 15 horas. Su libertad se ha comunicado poco antes de medianoche, mientras aguardaban ante la sede de la Fiscalía belga, donde se les ha tomado declaración, periodistas y una decena de personas que han gritado "No estáis solos" en catalán y portaban una estelada.