La hoja de ruta que propone la presidenta andaluza es, en primer lugar, la marcha atrás de Carles Puigdemont y la restitución de la legalidad en Cataluña. Según Susana Díaz, tal paso atrás debe darse antes de que finalice el plazo dado por el gobierno, esto es, el próximo lunes.
Tras la vuelta a la legalidad, y sólo entonces, podrá establecerse una vía política para resolver los problemas nacionales. Entre ellos, está el de la reforma constitucional ya anunciada por Mariano Rajoy y Pedro Sánchez.
Es precisamente aquí donde vuelven a producirse las diferencias entre la actual dirección socialista y los impulsores de la Gestora que resultó derrotada en las pasadas primarias del PSOE que devolvió a Sánchez a la secretaría general.
Frente a las afirmaciones reiteradas de Sánchez respecto a Cataluña como nación en una España nación de naciones, se alza, como siempre, la voz de los partidarios de la Declaración de Granada del PSOE en la que se defiende una España federal unida con igualdad real entre los habitantes de todos los territorios españoles sin privilegios, aunque, eso sí, obviando los ya obtenidos por País Vasco y Navarra en la actual Constitución.
Según Susana Díaz, los socialistas defienden que es preciso cambiar y reformar la Constitución para asegurar otros 40 años de convivencia. Sin embargo, deja claro que tal reforma debe respetar la pluralidad evidente de todos los ciudadanos y regiones de España. Esto es, la nueva Constitución que salga de la reforma debe garantizar la igualdad de todos los ciudadanos en todos los rincones de España.
Por ello, no servirá una Constitución que sólo sirva para "encajar a Cataluña" en la unidad de España. Su texto debe además encajar a todos los ciudadanos españoles en la igualdad en los servicios públicos de calidad. Por ello, anuncia que Andalucía va a "volver a ser ese factor de equilibrio que fuimos el 4 de diciembre (de 1977) y el 28 de febrero (de 1980) para armonizar y garantizar la igualdad entre todos los ciudadanos de nuestro país".
Díaz ha recordado que los actuales andaluces son herederos de los casi nuevo millones de andaluces que, en el marco constitucional, reclamaron que "todos los ciudadanos tuvieran los mismos derechos y oportunidades, y garantizar esa misma igualdad, y ahora de nuevo tenemos que levantar esa bandera, que es la bandera de Andalucía".