La situación es muy grave y requiere no perder un segundo en especulaciones sobre hasta dónde pueden llegar o no, a estas alturas, los independentistas. Es, en síntesis, el mensaje que ha querido trasladar de propia voz Albert Rivera este lunes después de la Ejecutiva de Ciudadanos (hasta poco antes de la rueda de prensa estaba anunciada la comparecencia, como es habitual, de Inés Arrimadas) apenas veinticuatro horas antes de la prevista declaración de independencia por parte de Carles Puigdemont.
"Como algunos quieren convertir a Cataluña en Kosovo, mañana mismo, desde el Parlament de Cataluña, le pido al Gobierno que haga dos cosas: que aplique el articulo 155 para convocar elecciones […] Y, por otro lado, garantizar la seguridad" ha asegurado Rivera, poniendo mucho énfasis en que, si no se toman las medidas adecuadas, "puede pasar de todo".
Se trata, en opinión del líder naranja, de que el Ejecutivo, a diferencia de lo ocurrido el 1-O, meta en vereda a los Mossos d’Esquadra: "Que se garantice que la cúpula política, y politizada, de los Mossos, no va a tomar decisiones contra la ley, sino a favor del orden público. Porque mañana, si la ANC, las CUP y compañía, se apoderan del barco separatista, está escrito lo que quieren hacer: cortar infraestructuras, bloquear aeropuertos, quieren, en definitiva, bloquear Cataluña y eso puede conllevar inseguridad en las calles".
La "imprudencia" de no aplicar el 155
Por eso, e insistiendo en su requerimiento de intervenir constitucionalmente la autonomía de Cataluña, el líder naranja ha dicho que no actuar ahora mismo es imprudente: "No defender los derechos de todos y cada uno de los catalanes es una imprudencia, no defender la Constitución, desde la Constitución, es un error" ha sentenciado Rivera, quien el pasado viernes acudió a La Moncloa, a petición propia, para intentar una vez más que Mariano Rajoy aplicase el artículo 155, a lo que el jefe del Ejecutivo le contestó que no había "motivación jurídica" para ello.
Fuentes de Ciudadanos consideran que el Gobierno cree aún, erróneamente, que el apaciguamiento es posible con, al menos, un sector del separatismo, y contemplan con mucha preocupación un escenario de violencia en las calles en el que medidas como la aplicación del 155 lleguen "demasiado tarde".