El Mundo anuncia que "Puigdemont proclamará la independencia en días". Y visto lo visto lo conseguirá. "Los mossos traicionan al Estado". Pero les seguimos pagando. Rosell dice en su editorial que "no hay un minuto que perder", que Puigdemont y su banda de sediciosos "no pueden ser juzgados por un editorial, sino por un tribunal". "Lo de ayer fue un fracaso como consulta democrática", pero los sublevados se llevaron su "botín emocional". En cuanto a la pobre policía nacional y la guardia civil "cabe felicitarlos" por "el desempeño de un trabajo tan ingrato (…) El gobierno nunca debería haber permitido que un puñado de agentes se convirtiera en el último retén de la democracia sobre un terreno en el que se sentían extranjeros, y no por su culpa". Y en esto que sale Rajoy y dice que "el 1-O ha fracasado". Se han vuelto a reír en sus barbas. Porque "formalmente hablando, tiene razón. Pero su estrategia de esperar primero y mandar después a la policía se ha revelado otro fracaso quizá mayor. No ha logrado impedir que las imágenes cargadas de dramatismo den la vuelta al mundo". Pero lo que nos deja estupefactos es que hemos visto todos "una rebelión cuya existencia el presidente se niega a asumir. Y sin asumirla no es posible el restablecimiento institucional que propone abordar desde hoy". Rajoy no se entera de que "ya no es tiempo de contención, ni de amables invitaciones al diálogo ante un grupo de golpistas de los que ya no cabe ninguna duda de que van a seguir manteniendo su voluntad sediciosa en los próximos días". Así que, dice Rosell, más le vale a Rajoy que contemple "la aplicación inmediata del artículo 155 o la Ley de Seguridad Ciudadana, en aras de preservar la legalidad y situar a los Mossos bajo el control del Estado. El Gobierno no puede perder ni un minuto ni le debe temblar el pulso" o le costará caro. Federico Jiménez Losantos dice que "si Rajoy conservara algún resto de dignidad (…) ayer hubieran llamado a la Zarzuela, pidiendo perdón por financiar, habilitar y no impedir la bochornosa jornada golpista; y quedando a disposición del Jefe del Estado para facilitar la formación de un Gobierno de emergencia y de unidad constitucional (PP, Cs y PSOE) con dos tareas esenciales: frenar el proceso revolucionario" y "eliminar las instituciones que se han rebelado contra el Estado, convocar elecciones antes de que sean los golpistas y sus socios los que, tras una moción de censura, puedan convocarlas y legalizar el desguace de la Nación". Ya , sólo que el PSOE de Sánchez no se sabe muy bien dónde está, de momento cargando contra las Fuerzas de Seguridad del Estado. Y además forma parte esencial del clan de la moción de censura. "Rajoy usurpó ayer las funciones del Rey convocando para hoy a los demás partidos para ver qué hace o deja de hacer él cuando los golpistas proclamen la independencia. Y no será mañana ni pasado mañana. Fue ayer o anteayer". El 155 está hoy muy de actualidad. Lucía Méndez dice ahora que el dichoso artículo "hubiera sido mejor que el funesto 1-O". Santiago González, que "al gobierno no le quedará más remedio que aplicarlo". Pero en medio de tanta desolación y pesimismo, Pepe García Domínguez está pletórico. "El estado existe (…) La única imagen que no puede soportar un Estado es la derrota. Y esa, de momento, no se ha producido". "El Estado todavía existe en Cataluña". Pues si eso es lo que vio Pepe ayer en Cataluña no puedo imaginar lo que hay diariamente.
El País dice que "el Gobierno impide por la fuerza el referéndum ilegal". Lo que quedó claro ayer es que a la banda indepe el referéndum se la traía al pairo. Era una trampa. El editorial pide "ley, pero no solo ley". Quiere que quede "bien claro que en absoluto somos equidistantes", que los malos son los nacionalistas, pero "ni sus flagrantes delitos ni sus bravuconadas pueden justificar la pasividad e impericia del presidente Rajoy". Porque "si Rajoy no había imaginado nunca que esto se iba a poner como se ha puesto debe de ser porque desde hace años no lee periódicos y no ve la televisión". Ni tiene asesores, la gente del CNI está a por uvas, no pisa la calle, en fin que está en Babia. Rajoy "se ve ahora obligado a hacer lo que nunca quiso. Contribuir a revisar la Constitución y buscar el consejo político necesario que evite la división entre españoles". "Hoy toca saber cómo va a seguir enfrentando este descomunal desafío el Gobierno", y como se le ocurra decirnos que se va a cumplir la ley y simplezas vacías como esa le corremos a gorrazos. Concrete, presidente, que nos tiene hartos ya. Para Javier Ayuso "hemos perdido todos y hoy estamos peor que ayer. Nadie duda a estas alturas de que si se hubiera puesto en marcha el 155 el 8 de septiembre, no se habría llegado al espectáculo de ayer" dice. Bueno, cualquiera sabe, pero al menos no nos hubieran tomado el pelo, como siempre.
"Un referéndum fracasado que deja a España dañada", dice dolido ABC. "Decepción entre los españoles porque los promotores del intento de golpe sigan en libertad". Bieito Rubido coincide con El País es que "es muy difícil afirmar que los violentos incidentes de ayer tendrán menos coste que el que hubiera tenido la aplicación a tiempo el 155. Habría permitido arrebatar a los nacionalistas las competencias que estaban utilizando contra el Estado y anticiparse a los acontecimientos". Porque es evidente que "la convocatoria no pretendía celebrar un referéndum, sino provocar una ocupación de las calles catalanas" y Puigdemont ya tenía el discursito de ha ganado el sí, ahora la independencia y demás gansadas desde hace una semana. En lo que todos los columnistas están de acuerdo es en que los culpables tienen que ir a la cárcel. "Ayer no sucedió nada. El golpe empieza hoy", dice Gabriel Albiac. "Puigdemont, Junqueras, Forcadell, Trapero y los demás sediciosos que tomaron ayer calle e instituciones dormirán, espero, esta noche en un calabozo. Todos lo esperamos. De no ser así, el Gobierno de España habrá dejado de existir" y el "golpe habrá triunfado". Igual opina Isabel San Sebastián. "Si no se activa el 155 y se detiene a los sediciosos acabará quebrándose España, pero antes caerá Rajoy". O Ignacio Camacho. "Es la primera vez que los golpistas continúan en sus puestos tras un golpe, en condiciones de volver a intentarlo". Y, por cierto, si el Gobierno de Rajoy no cumple con su mandato constitucional y encarcela a los golpistas también estará fuera de la ley y habrá que considerarle cómplice de la sedición. ¿Y dónde está el Rey?
La Razón está tan acobardada que causa bochorno, así que no le dedicaré mucho tiempo. "Firmeza contra el golpe", titula. "El Estado de Derecho actúa y Puigdemont enfila la independencia", dice Carmen Morodo. ¿No ves algo contradictorio en estas dos ideas, Carmen? Marhuenda, el hombre, está como noqueado y no se atreve a decir nada. "Los responsables de este proceso golpista tienen aún la oportunidad de renunciar a sus propósitos y devolver a la sociedad de Cataluña y de toda España su derecho a la convivencia en paz y a los usos democráticos", bla, bla, bla. "Si no lo hace, el Estado tendrá que responder en consecuencia". Y ya, aquí se queda nuestro Marhuenda. En fin, supongo que estará pasando un mal día, habrá que ser piadoso. Defender que Rajoy es lo mejor de lo mejor es hoy harto complicado.
La Vanguardia titula que "el gobierno reprime el 1-O". Foto de la Guardia Civil forcejeando con un tipo, claro. Podían haber puesto la del padre descerebrado metiendo a su hijo pequeño en un tumulto –y de paso exigir que le retiren la custodia del chavalito– que es bastante más fuerte, pero no, el nacionalismo es así. El editorial dice que tiene "propuestas para salir del drama". Acudo ansiosa y leo "hay que intentar abrir de inmediato vías de diálogo". Vamos, que no tiene ni puñetera idea.