La líder de la oposición en Cataluña, Inés Arrimadas, ha dado por finalizada la tregua implícita entre Ciudadanos y el Gobierno sobre todo lo referente al 1-O, y lo ha hecho a pocas horas de la reunión que este mismo lunes mantendrá Albert Rivera en la Moncloa con Mariano Rajoy.
En una rueda de prensa en Barcelona, después de la reunión de la Ejecutiva de Ciudadanos, la dirigente naranja ha dicho no entender el "triunfalismo" del Ejecutivo central con lo ocurrido el domingo en Cataluña, y no ha dudado en tildar de "fracaso" la gestión de la respuesta a la consulta ilegal.
"Confiaron en su palabra"
Arrimadas ha ido aun más allá, insinuando que en la ingenuidad del gabinete del PP está el origen de ese fracaso, en concreto por haber "confiado en la palabra" de los consejeros de Interior y Enseñanza, Joaquim Forn y Clara Ponsatí.
Se trata, precisamente, de dos puestos en los que Carles Puigdemont hizo cambios recientemente, para garantizar el cierre de filas independentista en su equipo: "Quizás haya que dar explicaciones de por qué confiaron en que unos señores, no sólo el consejero, sino su segundo de a bordo [Pere Soler, el director de los Mossos d’Esquadra] quien dijo públicamente en Twitter que le dan asco todos los españoles, eran las personas idóneas en las cuales poner la confianza de la lealtad institucional y de la lealtad en el cumplimiento de la ley".
La dirigente naranja ha evitado citar al mayor Josep Lluis Trapero entre los "mandos políticos" que, como el propio Rivera dijo el domingo por la noche, se han comportado con "deslealtad".