El mayor de los Mossos d'Esquadra, Josep Lluís Trapero, ha enviado una circular con instrucciones a todas las unidades del cuerpo de que el 1 de octubre, en cumplimiento del mandato judicial, requisen urnas y material en los colegios electorales y los cierren para evitar el referéndum antes de las 6 horas del domingo.
Según el documento, una patrulla uniformada acudirá a cada uno de los puntos de votación que estén ubicados en edificios y locales públicos. Según ha podido saber Libertad Digital las dotaciones serán de sólo dos efectivos.
Se identificará y comunicará a las personas en el interior que lo tienen que desalojar antes de las 6 horas del día 1 y se procederá a su cierre.
En el caso de que haya personas concentradas en el interior o el exterior del edificio que impidan el acceso de la dotación policial o no permitan que ésta pueda llevar a cabo acciones de identificación y comprobación, lo comunicarán a la sala de mando y lo harán constar en acta, puntualizando si hay personas vulnerables.
La intervención, en manos de los mandos
Las instrucciones de Trapero incluyen, no obstante, matices: a los colegios se trasladarán dotaciones de dos agentes y será la sala de coordinación regional la que decidirá si se activan más recursos, es decir, si se envían antidisturbios o se pide colaboración a la policía local.
Además, el mayor ha ordenado limitar el uso de la fuerza ante las personas que puedan ejercer resistencia pasiva y que, ante estas conductas, no se use la porra policial. Pide que todas las actuaciones se rijan por los principios de congruencia, proporcionalidad y oportunidad, y deberá imperar "la contención y la mediación de cara a contribuir a facilitar el mantenimiento de la paz social y la convivencia".