A cuatro días del 1 de octubre, Albert Rivera ha señalado al director de los Mossos d'Esquadra, Pere Soler, nombrado recientemente por el Gobierno catalán y de proclamada posición independentista, como alguien que se comporta como un "hooligan" y que "odia a más de la mitad de los catalanes" en referencia a quienes no son partidarios de la independencia.
En un desayuno informativo de Europa Press celebrado este jueves en el Hotel InterContinental de Madrid, al que ha asistido en primera fila el secretario de Estado de relaciones con las Cortes, José Luis Ayllón, el líder de Ciudadanos se ha preguntado si "de verdad" alguien con ese perfil tiene que dirigir el cuerpo autonómico de policía.
"La seguridad de los catalanes es fundamental el domingo. El Gobierno, en este caso la Fiscalía, ha tomado una decisión para coordinar los mandos policiales, y espero que todo el mundo esté a la altura. Y si alguien no está a la altura será responsable de todo lo que pase. Si alguien se borra y dice que no puede cumplir la Ley, si usted es director de la Policía y me dice que no puede cumplirla, dimita" ha advertido el líder naranja.
En ese sentido, Rivera ha asegurado que le "da igual qué artículo se utilice" para garantizar la seguridad el domingo ya que, ha dicho, "todos los artículos de la Constitución, la Ley de Seguridad, todas las leyes vigentes son instrumentos útiles para garantizar la seguridad de los catalanes". "No se puede descartar nada" ha enfatizado, dejando la puerta abierta, una vez más, a la aplicación del artículo 155.
"No regateo el apoyo al Gobierno"
En varias ocasiones Rivera ha aludido al presente Ayllón para mostrar su sintonía con el Gobierno en la respuesta a la consulta independentista ilegal. "No regateamos nuestro apoyo" ha señalado con énfasis, lo que a su juicio sí hace el PSOE, una vez más blanco de sus críticas durante buena parte de su intervención. "La equidistancia es cómoda pero no es justa" ha sentenciado en respuesta a una pregunta sobre si Mariano Rajoy debería ser objeto de críticas por su gestión con respecto a Cataluña.
El único reproche que ha deslizado al Ejecutivo ha tenido lugar cuando le preguntaban por las ofertas de mejora de la financiación catalana realizadas por el ministro de Economía, Luis de Guindos, algo con lo que, a su juicio, los nacionalistas no se "conformarán" ya que, ha asegurado, defienden una visión identitaria que nada tiene que ver con los problemas concretos de la financiación de los servicios públicos para los catalanes.